Una foto que muestra un rebelde hutíe de Yemen en posesión de un arma presumiblemente fabricada en la ciudad de Winnipeg, Manitoba, reabre el debate sobre la venta de armas de Canadá a Arabia Saudí.
La misma muestra un luchador hutíe blandiendo un rifle LRT-3 para francotirador, fabricado por la firma de Manitoba PGW Defence Technologies.
Los medios de comunicación vinculados a estos rebeldes chiítas que luchan contra el gobierno yemení reconocido por la comunidad internacional no identifica formalmente el arma. Y afirman que esa arma fue incautada a los guardias fronterizos de Arabia Saudita.
PGW Defensa Tecnologías se negó a confirmar la información a CBC/Radio Canadá , pero de acuerdo a la firma de consultoría Servicios de investigación de armamento (Ares), es casi seguro el arma es canadiense. Según ellos, es probable que esto haya sucedido en más de una ocasión.

De acuerdo con el director de ARES, Nic Jenzen-Jones, los fusiles LRT-3 calibre .50, son utilizados por francotiradores para atacar objetivos situados a 2 km de distancia, y tienen una apariencia bien definida.
Otra foto y un vídeo editado también por medios hutíes muestran tres combatientes con un arma que se asemeja a otro fusil de francotirador fabricado por la misma empresa, es decir, PGW Timberwolf.
«Estas armas pueden haber seguido varios caminos, pero para nosotros lo más plausible es que se incautaron al ejército de Arabia Saudita», dice Jenzen-Jones.

De acuerdo con un análisis de CBC, Canadá vendió por 28 millones de dólares de estos fusiles a Arabia Saudí en 10 años, por lo que es su cliente más grande después de Estados Unidos.
Esto no incluye el polémico contrato de 13 millones de dólares concedido a la filial canadiense del grupo estadounidense General Dynamics para el suministro de vehículos blindados ligeros a Arabia Saudita.
En su página web, PGW Defensa Tecnologías dice vender armas al ejército saudita así como a los Emiratos Árabes Unidos, a Estados Unidos o al ejército canadiense. Sin embargo, no especifica lo que vende.
¿Qué control hay de las armas vendidas a los saudíes?
De acuerdo con dos organizaciones no gubernamentales, es preocupante que estas armas podrían ahora ser utilizadas en una guerra civil que ya ha matado a 3.000 personas y desplazado a más de 2,5 millones.

La guerra que desgarra a Yemen, uno de los países más pobres del mundo, opone a las hutíes, aliados al ex presidente Ali Abdullah Saleh, contra el actual gobierno, apoyado por una coalición de países sunitas dirigida por Arabia Saudita.
«Es como un iceberg: hay la parte visible, pero hay mucho más debajo de la superficie», dice Kenneth Epps, un asesor del Proyecto Ploughshares, una organización que promueve la paz y que sigue de cerca la venta de armas canadienses.
«Los canadienses deben preocuparse. Aunque es un solo caso, él piensa que pueden haber muchos más «. «Creo que el gobierno canadiense tiene una obligación, una vez que estas ventas de armas son autorizadas, de dar seguimiento para asegurarse de que no caigan en las manos equivocadas. »

«Esto demuestra que las armas canadienses […] potencialmente pueden ser utilizadas para cometer violaciones importantes de derechos humanos y dar lugar a un sufrimiento humano real,» dijo James Lynch, director adjunto de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.
Este riesgo existe porque el control de esas armas, y la evaluación del riesgo que representan se hacen de manera inadecuada por algunos agentes de la cadena de suministro.
«Para muchos gobiernos occidentales venderle a los países del Golfo era muy conveniente porque éstos hacen grandes pedidos […] sin que las armas sean utilizadas en conflictos o para la represión», dice Lynch. «Pero la situación ha cambiado.»
La posición de PGW Defence Technologies
El propietario de PGW Defence Technologies, Ross Spagrud se negó a ser interrogado en este caso. «Todas nuestras exportaciones se llevan a cabo bajo la autoridad de los permisos de exportación emitidos por el gobierno canadiense» ha dicho.
«Los certificados de exportación serán aprobados únicamente si son coherentes con la política exterior y de defensa de Canadá, incluidos los derechos humanos,» dijo Alex Lawrence, secretario de prensa de la Ministra del Comercio Internacional Chrystia Freeland.
Si Ottawa sabe que las exportaciones de armas se encuentran en otras manos que a las que estaban destinadas, «trabajaremos con el exportador para garantizar que se tomen medidas adecuadas para evitar que vuelva a suceder», dijo la portavoz de Asuntos globales Canadá, Diana Khaddaj.
El ministerio saudí de Defensa y la embajada saudí en Ottawa no hicieron comentarios sobre esta historia.
RCI con información de los periodistas Nahlah Ayed, Joanne Levasseur, Jacques Marcoux, Tracy Seeley de CBC/Radio Canadá
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