Fernanda Yanchapaxi y su hija Manuela Simone
Photo Credit: Fernanda Yanchapaxi

Fernanda Yanchapaxi , educar para reconciliar

Yo sigo creyendo, y en eso soy muy canadiense, que la educación es una herramienta para la reconciliación. Creo que es lo único que nos va a permitir trabajar todos y todas. 

Fernanda Yanchapaxi, educadora canadiense-ecuatoriana

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La percepción de Fernanda sobre la importancia que hay que darle a la educación se acerca en parte a la teoría del brasileño Paulo Freyre.  Éste se refería a una pedagogía del oprimido, que postula modelos de ruptura, de cambio y de transformación total en la sociedad. Para Freyre toda la tarea de educar sólo es auténticamente humanista en la medida en que procure la integración del individuo a su realidad nacional, entre otros postulados.

Conversar con Fernanda Yanchapaxi, nos hace darnos cuenta inmediatamente  sobre su vocación educativa, en un marco de pedagogía crítica y anti racista.

“Creo que lo que aprendí dentro de las comunidades indígenas  y de la educación que recibí en Canadá fue que la educación no era el fin sino el medio para poder llegar a las personas, para que éstas tengan las facultades y las capacidades y la conciencia crítica que necesitan para cambiar el mundo.”

Fernanda es indígena, activista y defensora de los derechos de los pueblos indígenas.  También socióloga ecuatoriana especialista en educación. Vive en Toronto desde hace 8 años y tiene más de 11 años de experiencia trabajando con jóvenes de los grupos considerados más vulnerables, como los inmigrantes o los indígenas.

Fernanda ha diseñado marcos educativos para orientar a profesores a trabajar por la reconciliación entre indígenas y no indígenas a través de modelos de aprendizaje transformador.

El aporte de Canadá a la formación de Fernanda

“Cuando fui a Canadá, siendo muy joven, participé en un programa de educación comunitaria en el Norte. Allí tuve la oportunidad de vivir en una comunidad indígena Cree durante algunos meses. En ese momento me di cuenta que Canadá era mucho más que lo que se pintaba, y de que teníamos muchas similitudes entre su realidad con la nuestra.

Cuando regresé nuevamente a Canadá creo que unos de mis primeros intentos, aparte de conectarme con la comunidad latina, fue hacerlo con las comunidades indígenas, intentar conocer y aprender lo más que pudiera de ellas, de los sistemas de gestión exitosos que tenían o que no funcionaban muy bien. De cómo funcionaba el aparato del Estado para poder responder a las demandas. Recopilé toda la información que necesitaba para ver en qué medida eso se aplicaba a Ecuador.  Ese fue el aporte de Canadá a mi educación”.

Como investigadora, Fernanda ha centrado su trabajo en la deserción escolar de jóvenes inmigrantes y su correlación con los procesos de movilización humana y discriminación sistémica dentro de los sistemas escolares. Esa experiencia la desarrolló en Toronto.

Cuando se mudó a vivir a Canadá se encontró con esa sorpresa. Se dio cuenta que había un porcentaje bastante alto de chicos que entraban en las escuelas y que no la terminaban. Las comunidades indígenas, afro descendiente, latina,  mostraban un alto índice de deserción escolar. Eso la sorprendió.

“Porque cuando uno no vive en Canadá, la idea que se tiene del país es de un sistema escolar en el que todos pueden ingresar, migrantes y no migrantes, independientemente de su estatus migratorio, pueden ingresar y cumplir sus sueños. Entonces empecé a interesarme en ver lo que pasaba”.

Fernanda dice que las hipótesis de la investigación apuntaban a que esos chicos tenían que dedicar parte de su tiempo  a otras actividades para sostener a sus familias, que vivían estresados por el cambio, por el aprendizaje del idioma, por sentir que tenían que esforzarse más en relación con sus otros compañeros.

También, les afectaba mucho la separación sufrida con su país y el esfuerzo de integrarse a las comunidades nuevas en donde se estaban asentando.

“Y el sistema de educación no favorecía tampoco esos procesos de adaptación y de culminación exitosa de sus estudios”.

Había que combatir prejuicios respecto a que los chicos no tenían las mismas capacidades que los otros, por ejemplo. Y hacer frente a otras dificultades, por ejemplo, muchos de los profesores no manejaban el idioma de los padres cuando había reuniones, o convocaban a los padres en un horario en el que ellos trabajaban.   Otros de los puntos señalados por la educadora es el bajo porcentaje de profesores latinos en las escuelas.

Las pistas para solucionar el problema de deserción escolar:

Formar consejos de padres para que tengan un poco más de incidencia en la toma de decisiones en las escuelas, apunta Fernanda. Realizar actividades extracurriculares para poder trabajar con personas de las mismas comunidades y poder reforzar la parte del idioma.  Permitir ingresar a todos los estudiantes independientemente de su estatus migratorio y que las escuelas sean consideradas espacios protegidos de los oficiales de inmigración.

Conectando Canadá y Ecuador

Actualmente, Fernanda se encuentra en Ecuador, donde fue llamada por su gobierno para liderar la definición de política pública para la inserción del Diálogo de Saberes y la Interculturalidad en los programas de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación de su país.

“Una de las primeras cosas que más me ha servido ahora en Ecuador, fue poder concebir un sistema de práctica y de aprendizaje a través de la experiencia exitosa de algunas cosas que se pueden implementar”.

Por ejemplo, dice Fernanda,  el Ecuador que ella dejó es muy diferente al de ahora. Destaca en ese sentido los avances en materia de educación superior y la apertura al conjunto de la sociedad.

En Canadá, explica, existen programas exitosos en las universidades que tienen dentro de su curriculum  un enfoque intercultural, indígena, donde se pueden encontrar leyes indígenas, medicinas indígenas. Se puede estudiar relaciones internacionales indígenas, cosas que en Ecuador no se concibe todavía porque no se conocen estas buenas prácticas  que existen en otros países, señala. Y de cómo estas prácticas  pueden ser incorporadas al sistema y no ser menospreciadas por ser tradicionales  y aborígenes o porque no responden al conocimiento occidental que lidera la educación.

“Entonces mi responsabilidad es buscar dentro de estos espacios de Ciencia, Tecnología e Innovación cuáles son las oportunidades para que podamos ingresar y considerar a los conocimientos que tienen las comunidades indígenas y afro descendientes, y cómo aportan legítimamente con sus conocimientos a la gestión y promoción del conocimiento en ciencia, tecnología e innovación. Es bastante nuevo y me siento muy honrada de tener la oportunidad de trabajar con un equipo intercultural. Una de las cosas que he aprendido en Canadá es que no se puede hablar de interculturalidad a menos que se la practique”.

Fernanda regresará pronto a Canadá. Y lo hará enriquecida aún más por la oportunidad que tuvo de confirmar/confrontar sus conocimientos adquiridos en Canadá con los de la nueva realidad de su país.

Esto y mucho más en la entrevista de Fernanda Yanchapaxi, educadora, al micrófono de Leonora Chapman.

Categorías: Indígenas, Inmigración y Refugiados, Sociedad
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