Miles de páginas conteniendo evidencias, decenas de testigos y semanas de testimonios no pudieron probar que el senador Mike Duffy haya cometido un crimen, según declaró el abogado defensor del legislador sospechado de haber incurrido en el manejo indebido de gastos.
En el marco de lo que podría ser el último día de los alegatos finales en el proceso que se le sigue a Duffy, el letrado Donald Bayne sostuvo que la versión presentada por la Corona está plagada de lagunas.
Bayne agregó que la querella no logró probar que el senador tenía intenciones criminales en la gestión de sus gastos o que hubiese cometido acciones proscriptas.
Según el abogado, las reglas del Senado permitieron a Duffy utilizar el dinero de la manera que lo creyó conveniente y que no hay nada malo en la forma en la que eligió realizar sus gastos.
La Corona sostuvo, por su parte, que el legislador utilizó los recursos del Senado para pagar servicios que no son cubiertos de forma directa por la Cámara Alta.
Según su defensor, el senador no cobró personalmente el dinero y pagó a quienes le proveyeron servicios para poder hacer su trabajo de forma adecuada.
Duffy fue nombrado en la Cámara Alta por el anterior gobierno del Partido Conservador.
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