Olga Saldarriaga nació en Bogotá, Colombia, pero fue criada en Medellín. En otras palabras, una paisa de padres y de tradición, nacida en Bogotá. «Pero no importa, porque los paisas nacen donde les da la gana», nos dice Olga muerta de la risa. Ella es ingeniera de sistemas graduada en la Universidad Eafit de Medellín. En Bogotá estuvo trabajando como gerente de servicios técnicos en varias organizaciones tanto privadas como gubernamentales.
EscucheSu esposo es ingeniero electrónico de la Universidad Javeriana. Una vez estando en Bogotá, casi a la alborada del siglo XXI, recibieron la visita de un gran amigo suyo que estaba haciendo una maestría en la Universidad de Columbia Británica, UBC, en Vancouver. A él -que siempre había deseado ir a hacer una maestría en el extranjero y ella lo apoyaba en esa idea- lo sedujo la idea de su amigo que les hablaba de las posibilidades que ofrecía Canadá para estudiar.
En ese momento estaban más jóvenes y no habían nacido todavía los niños. Y fue así comenzaron el proceso de inmigración y ver qué universidad canadiense les convenía más. La idea inicial fue de estudiar en la Universidad de Toronto. Cuando llegó la visa, todavía no tenían noticias de la universidad, pero ni cortos ni perezosos se deshicieron de sus bienes, empacaron el resto y tomaron rumbo hacia Toronto.
Olga ya hablaba inglés y su esposo hablaba inglés y francés, de ahí la idea de inmigrar a una provincia anglófona de Canadá. Pero como suele suceder algunas veces, las cosas no salen tal como se han planeado. La Universidad de Toronto, no aceptó su candidatura. Se estudiaron otras posibilidades pero las circunstancias no se dieron. Entre tanto, surgió otra posibilidad en la Escuela de Tecnología Superior, ETS, de la Universidad de Montreal. Volvieron a empacar y salieron de Toronto hacia Montreal, donde él empezó a estudiar su maestría y ella a estudiar francés. Fue como inmigrar de nuevo, dice Olga.
Mientras tanto nacieron los niños y la vida comenzó a organizarse, no como previsto, pero a fuerza de perseverancia las piezas del rompecabezas empezaron a encajar. Ahora ellos llevan ya 15 años viviendo en Canadá, de los cuales 12 en Montreal. En la actualidad ella es Gerente de Soporte Técnico en la firma BMC Software y el consejo que le puede dar a los que recién llegan a Canadá es que nunca hay que darse por vencido demasiado rápido. Pablo Gómez Barrios conversó con ella.
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