Los astronautas Mikhail Kornienko y Scott Kelly, de Rusia y Estados Unidos, regresaron este miércoles a Tierra después de permanecer durante casi un año a bordo de la Estación Espacial Internacional, la misión espacial estadounidense más larga de la historia, que busca allanar el camino para los viajes humanos a Marte.
La cápsula Soyuz que transportaba a Kelly, Kornienko y Sergey Volkov, otro cosmonauta ruso, aterrizó con paracaídas en la estepa cercana a la ciudad kazaja de Zhezkazgan en la mañana de este miércoles, hora local. El trayecto de retorno tomó unas tres horas y media tras partir de la estación.
Kornienko y Kelly permanecieron en la estación espacial durante 340 días, casi el doble de tiempo en comparación a tripulaciones previas. Su vuelo marca un récord para la estación espacial y se convirtió en la misión espacial estadounidense más larga de la historia.
Volkov, quien estuvo en el espacio durante cinco meses y medio, fue el primero en salir de la cápsula y fue recibido por su padre, Alexander Volkov, quien también es un astronauta. Luego salió Kelly, saludando a quienes le esperaban antes de comenzar una conversación telefónica por satélite.
Durante su permanencia en el espacio, Kelly, de 52 años, y Kornienko, de 55 años, fueron sometidos a decenas de experimentos médicos y estudios científicos para determinar cómo el cuerpo humano se adapta a la ingravidez y a las altas radiaciones en el espacio.
Estas investigaciones permitirán desarrollar planes para eventuales misiones humanas a Marte, las que durarán por lo menos dos años
Kelly y su hermano gemelo idéntico Mark, un ex astronauta de la NASA, también participan en estudios genéticos, los primeros que buscan evaluar si se producen cambios genéticos durante prolongados viajes espaciales.
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