El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, fracasó este miércoles en su intento de convertirse en presidente del gobierno español, tras perder la primera votación de investidura en el Congreso, donde necesitaba una mayoría absoluta.
De los 350 diputados que componen la cámara baja, Sánchez recibió el apoyo de 130 escaños, 90 de su propio grupo parlamentario y 40 del partido Ciudadanos, la formación emergente liberal que pactó con el PSOE para conseguir la investidura. Una diputada de la pequeña formación nacionalista Coalición Canaria fue la única abstención.
Los demás 219 diputados votaron contra la propuesta de gobierno presentada por Sánchez, demostrando con ello el arduo camino para alcanzar acuerdos en un parlamento fragmentado.
Pese a ganar las elecciones del pasado 20 de diciembre, el gobernante Partido Popular (PP) de derecha, no quiso presentar una propuesta de gobierno ante la absoluta falta de apoyo más allá de sus 123 diputados.
El PSOE, segunda fuerza en escaños, tomó el reto de intentar formar gobierno, pero su acercamiento a Ciudadanos frustró la posibilidad de acuerdo con otras formaciones políticas de izquierda, sobre todo con el partido Podemos, tercera fuerza en votos con 69 escaños, firmemente opuesto a la agenda neoliberal.
Sánchez pedirá de nuevo el apoyo a los representantes en la Cámara este viernes. Si vuelve a fracasar en este segundo intento, los diputados tendrán dos meses para lograr un acuerdo de gobierno antes de la disolución de las cámaras y el llamado a nuevas elecciones.
Las fuerzas de izquierda emplazaron a Sánchez a negociar a partir del lunes un acuerdo «para la mayoría social», mientras que el PP insiste en que a partir de la semana próxima tratará de alcanzar un acuerdo para una «gran coalición» con Ciudadanos y PSOE.
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