Según informaciones de Radio-Canadá, el ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva fue arrestado para ser interrogado por la policía federal en el marco de una investigación sobre una red de corrupción en el seno de la sociedad petrolera de estado Petrobras.
La policía federal confirmó haber efectuado registros y allanamientos en tres estados brasileños, entre ellos Sao Paulo, donde reside el ex presidente. A pesar de que el portavoz del Instituto Lula afirmó que la policía se lo llevó para interrogarlo, lo cual ha sido confirmado por varios medios, la policía no ha querido confirmar esta información.
“Cerca de 200 policías ejecutaron 44 órdenes judiciales, entre ellas 33 órdenes de registro y allanamiento y 11 órdenes de arresto en los Estados de Río de Janeiro, Sao Paulo y Bahía”, declaró la policía federal en un comunicado.
Los partidarios de Lula reaccionaron con cólera en Twitter con la siguiente publicación: “Ahora tenemos que reaccionar”, y utilizaron palabras de referencia como Lulapresopolítico.
Dos enfrentamientos se desataron ante la residencia del ex presidente, en San Bernardo do Campo, entre los partidarios y los detractores de Lula.
La operación policial se inscribe en el marco de la investigación “Lava-autos”, lanzada en 2014, y que apuntaba hacía una red de corrupción en el seno de la sociedad petrolera pública Petrobras. El sistema de corrupción habría costado al menos 2000 millones de dólares a la empresa pública.
El ex presidente Lula habría personalmente sacado provecho de un sistema de corrupción en Petrobras. Habría utilizado prácticas fraudulentas para financiar campañas electorales y pagar gastos de su partido político, el Partido de los Trabajadores, mientras era su presidente.
“Hay pruebas según las cuales el ex presidente Lula recibió dinero de la red (de fraudes) Petrobras a través de la restauración de un edificio de apartamentos de tres pisos y de una casa de campo en Atibaia”, afirmó la Corona. “Investigamos también sobre los pagos que realizaron al ex presidente empresas implicadas en la investigación sobre la corrupción, a título de supuestas donaciones y conferencias.
Su mujer, dos de sus hijos y la fundación que lleva su nombre, el Instituto Lula, son también blanco de esta operación policial en Sao Paulo.
Un senador implicado en el escándalo de corrupción, Eduardo Cunha, contra quien fueron depositadas ayer un gran número de acusaciones, hizo declaraciones incriminando al ex presidente Lula y a la presidente actual Dilma Rousseff.
Rousseff se distanció del ex presidente Lula en los últimos meses debido a los rumores de escándalo alrededor del mismo. A pesar de que ella no haya sido puesta en tela de juicio directamente en este caso de corrupción de Petrobras, Rousseff debe hacer frente a una tentativa de destitución ante el congreso brasileño.
Ex sindicalista de la industria siderúrgica, Lula fue presidente de Brasil de 2003 a 2010, período en el cual se produjeron la mayoría de las malversaciones, según el ministerio público.
El arresto del político más popular de la historia reciente de Brasil podría manchar al gobierno de la presidente actual Dilma Rousseff, quién sucedió a Lula. Considerada como su favorita, Rousseff desmiente haber cometido malversaciones.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.