La actividad física combate el estrés, es un potente antidepresivo y actúa como una recompensa para el cerebro.
No es necesario sudar hasta la extenuación, el ejercicio moderado es suficiente para producir todos esos y otros beneficios.
Y ahora la Universidad de Toronto está tratando de medir el impacto positivo de la actividad física sobre el bienestar mental de los estudiantes, gracias a un nuevo centro de investigación.
Equipos de entrenamiento físico, como bicicletas estáticas, están reemplazando a los equipos tradicionales de los investigadores.
«Al tener a personas en el laboratorio, podemos ver qué tipo de ejercicio realmente les gusta y los cambios experimentados cuando hacen esta actividad,» dice la investigadora y profesora de educación física Catherine Sabiston.
Ella hace hincapié en que muchos estudiantes tienen problemas de estrés y que muchos de ellos llevan una vida sedentaria, mientras que la actividad física puede ayudarles a que se sientan mejor psicológicamente.
«Si un estudiante está estresado o desbordado, no dirá que tiene que parar de estudiar durante una hora para hacer ejercicio. »
– Catherine Sabiston, profesora de educación física en la Universidad de Toronto
Sin embargo, «el sudor es el mejor antidepresivo», dice su colega Guy Faulkner.
Este último añade que el centro de investigación utilizará las últimas tecnologías, sobre todo aplicaciones, en la actividad física.
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