“Venimos de sociedades machistas. Pensemos por ejemplo en mujeres mexicanas como Sor Juana de la Cruz que se hizo monja para poder seguir escribiendo. O la chilena premio Nobel de Literatura, Gabriela Mistral, en los 30. O Alfonsina Storni en Argentina que tuvo que hacer tantas luchas para poder darle a la mujer un lugar. Y esto continúa”
Sandra Farías, periodista.
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Según Estadísticas Canadá, las mujeres son las que están brillando a nivel de la educación superior.
Los resultados del censo 2011 muestran la gran evolución que ha tenido la educación postsecundaria en los últimos años en Canadá.
En 1961 solo 4% de la población tenía estudios universitarios. Esa cifra subió a 60,7% en 2006 y en 2011 fue de 64,7%.
Lo llamativo es que por primera vez la proporción de mujeres con títulos postsecundarios superó a la de los hombres. 64,8% de las mujeres en edad de trabajar tienen títulos universitarios, por encima del 63,4% entre los hombres.
Esto se debe al gran nivel de escolaridad de las generaciones más jóvenes. El 59,1% de los adultos entre 25-34 años con un título universitario eran mujeres en 2011.
Las mujeres también han ganado terreno entre los canadienses con un título STME (referente a las áreas de ciencias y tecnología, ingeniería y matemáticas), los cuales habían estado completamente dominados por los hombres.
En 2011, el 67,4% de los títulos STME estaban en manos de hombres y solo 32,6% entre las mujeres. Sin embargo, cuando se analiza el rango entre 25 y 34 años, el porcentaje sube a 39,1%, lo que demuestra una tendencia que va cambiando.
El acceso a la educación superior de los y las inmigrantes
A pesar de que el estudio de Estadísticas Canadá confirma que 34,3% de los ciudadanos con título universitario son inmigrantes, la mitad los había completado fuera de Canadá. Este dato no es menor. Como lo indica Sandra Farías, la pobreza, el endeudarse estudiando, son obstáculos fuertes para los que tienen que elegir entre trabajar o estudiar. Y la comunidad latina en Canadá es una de las más pobres, señala. Es por eso, agrega, que la educación no es solamente un derecho sino una necesidad.
Y por primera vez el gobierno de la provincia de Ontario ha reconocido que esta pobreza es un obstáculo para que los jóvenes puedan educarse.
Hay que educar a los padres latinos, primero, para que les inculquen a los hijos la importancia de la educación, señala Sandra.
Hace unos días, el gobierno de Ontario dijo que permitirá el ingreso gratis a los estudios superiores a los hijos de familias que ganan menos de 50 mil dólares anuales.
“Esto le da a las familias hispanas, cuyos hijos están considerando no estudiar porque se están endeudando mucho, la opción de estudiar. Y les da a las mujeres que quieren estudiar una gran ventaja sobre aquellas otras mujeres que trabajan o se quedan en la casa”.
“El acceso gratuito a la educación del gobierno de Ontario, señala Sandra, cambia completamente el panorama de años a futuro. Lo cierto es que hemos perdido una década, yo siento que esto debería haber pasado 10 años atrás y tal vez los resultados hubieran sido otros en materia de avance de la mujer y de las jóvenes hispanas en el tema educativo”.
La periodista de Toronto se muestra optimista en que se van a ver más cambios radicales en la participación de las mujeres en la vida pública y política.
“Latinoamérica ha dado muchos ejemplos de mujeres que conducen sus propios países en la última década y eso abre las puertas para que las mujeres puedan pensar en aquellos roles y profesiones que tan exclusivos han sido para los hombres”.
En este Día Internacional de la Mujer, Sandra Farías destaca a varias mujeres canadienses latinas que sobresalen en diferentes sectores de la sociedad canadiense en la ciudad de Toronto. También explica las razones por las cuales la comunidad latina en Toronto es una de las que tiene mayores dificultades en acceder a la educación superior. Un tema de pobreza y cultura.
Esto y más en la entrevista con la periodista de Radio Voces Latinas, de Toronto.
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