Para este encuentro de fin semana me dedico a recorrer los sitios en Internet, desde los más fugaces a las avenidas virtuales en busca de cine canadiense o que de alguna manera refleje aspectos de Canadá. Lo que encuentro llega a esta crónica de domingo. Dejo en claro que los videos no son responsabilidad de Radio Canadá Internacional. Pueden desaparecer de la red en cualquier momento.
Entre junio de 1990 y fines de abril de 1992 la pequeña ciudad de Scarborough, situada al este de la ciudad de Toronto, fue escenario de una serie de asaltos sexuales. Las víctimas eran mujeres jóvenes que salían de los autobuses tarde en la noche. Así surgió el nombre “el violador de Scarborough”, que, cuchillo en mano sembraba el terror en esa parte de la provincia de Ontario. Su nombre era Paul Bernardo.
Poco tiempo después, tres jóvenes fueron atacadas sexualmente y asesinadas: Kristen French, Leslie Mahaffy y Tammy Homolka. Las investigaciones policiales descubrieron que esos crímenes eran obra de una pareja de depredadores sexuales: el psicópata Paul Bernardo y su esposa Karla Homolka.
La sociedad canadiense quedo horrorizada al descubrir que la pareja asesina estaba lejos de todo estereotipo. Eran dos jóvenes de familias de clase media, y que vivían en los suburbios de la ciudad más grande de Canadá.
La historia de Karla Homolka, que según algunas versiones habría sido la autora intelectual de algunos de los horribles crímenes cometidos por Paul Bernardo, fue llevada a la pantalla en 2006 en una coproducción canadiense-estadounidense dirigida por Joel Bender. El título de la película: “Karla”.
La reacción ante la película fue de disgusto. La legislatura de la provincia de Ontario llamó a un boicot. A más de 25 años de aquellos crímenes, todavía sorprende la banalidad suburbana del mal detrás de esos crímenes.
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