El primer ministro canadiense Justin Trudeau terminó su visita oficial a Estados Unidos, donde fue recibido con mucha consideración,muy calurosamente y de una forma fastuosa por el presidente estadounidense Barack Obama.
Para Canadá, es muy importante conservar y cultivar una buena relación con su gigantesco vecino sureño. Los dos países mantienen desde hace mucho tiempo la más importante relación comercial bilateral del mundo. Alrededor de 2.400 millones de dólares en bienes y servicios circulan a diario entre sus fronteras y 75% de las exportaciones canadienses están destinadas hacia ese país.
Una relación tan privilegiada con el gigante estadounidense comporta también ciertos riesgos. De hecho, el difunto ex primer ministro Pierre Elliott Trudeau, padre del actual primer ministro Justin Trudeau, que se codeó durante su mandato con Richard Nixon, Gerald Ford, Jimmy Carter y Ronald Reagan, dijo durante una conferencia de prensa ante el prestigioso National Press Club en 1969 que “ser su vecino es como dormir con un elefante. Por muy tierno y plácido que sea el animal, sufrimos con cada uno de sus movimientos y sus bramidos”.
Pero a pesar de que el presidente Obama está al final de su mandato y que habrá el año próximo un nuevo presidente o una nueva presidenta, Justin Trudeau afirma estar satisfecho de los resultados de su visita.
Los especialistas de las relaciones entre Canadá y Estados Unidos resaltan el hecho que la visita creó una dinámica interesante entre los dos países, lo cual es extremadamente importante en términos de relaciones diplomáticas. La visita permite también al recién elegido gobierno Trudeau de afirmar su credibilidad. Y por otra parte, permite a Barack Obama mostrar a los estadounidenses, en un contexto de campaña electoral, que él sigue siendo activo y que existe en el mundo líderes que comparten sus objetivos.
Otro punto interesante que resaltar es que aparentemente no parece haber ninguna irritación debido a la decisión del gobierno liberal de Justin Trudeau de retirar los aviones CF-18 de Siria e Irak. Los estadounidenses parecen estar de acuerdo en que la participación de Canadá al enviar consejeros militares sobre el terreno será más eficaz que sus bombardeos aéreos.
Los especialistas afirman que la calidad de las relaciones interpersonales son extremadamente útiles, sobre todo cuando hay expedientes mayores que negociar. A pesar de que las relaciones interpersonales entre Stephen Harper y Barack Obama no eran de las mejores, ya hubo peores entre un presidente estadounidense y un primer ministro canadiense.
Está claro que las relaciones entre el primer ministro John Diefenbaker y el presidente John F. Kennedy eran tan malas que Kennedy ni siquiera le avisó sobre la invasión de la Bahía de Cochinos en Cuba. Entre el presidente Lyndon B. Johnson y el primer ministro Lester B. Pearson, aunque hubo algunos logros como la firma del pacto del automóvil, Johnson acusó a Pearson prácticamente “casi de haberse orinado en su alfombra” al denunciar la política de Estados Unidos en Vietnam en un discurso que el primer ministro Lester B. Pearson pronunció en Estados Unidos. Y para concluir, digamos que la relación entre Richard Nixon y Pierre Elliott Trudeau, tampoco fue una de las mejores, lo cual no les impidió firmar algunos acuerdos.
EscucheY esta invitación oficial de Justin Trudeau a la Casa Blanca por el presidente Obama es casi una bofetada para Stephen Harper, porque se produce solo un par de meses después de su elección.
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