Un importante estudio independiente sobre las políticas del gobierno federal en materia de contratos y establecimiento de costos afirma que el sistema alienta las empresas que trabajan para Ottawa a aumentar sus costos, en particular en lo que respecta a los equipos militares.
Según el informe de la firma PricewaterhouseCoopers, del cual obtuvo una copia la agencia Prensa Canadiense, Servicios Públicos y Aprovisionamientos Canadá, y el ministerio de Defensa Nacional, no disponen del personal y la pericia necesaria para comprender los detalles técnicos que contribuyen a aumentar el costo de los proyectos.
El documento de 32 páginas, fechado del 17 de noviembre 2015, fue pedido por el antiguo gobierno conservador, pero entregado a los liberales de Justin Trudeau, que prometió durante la campaña electoral el otoño pasado, remediar a los fallos del sistema de compras del gobierno para que el ejército canadiense disponga de los equipos necesarios.

Los precios exorbitantes de los barcos, aviones y tanques provocaron un debate político, en particular en lo que respecta a la compra de los aviones caza F-35, y más recientemente el reemplazo de fragatas de la marina canadiense.
Los investigadores de la firma internacional de auditoría habían recibido el mandato de examinar cómo las políticas, procedimientos y leyes del gobierno juegan un papel en la determinación de tan elevados costos.
Uno de sus principales descubrimientos es que la estructura del sistema actual de atribución de contratos “tiene como efecto perverso de incitar a la industria a aumentar sus precios”, sobre todo para los acuerdos con abastecedores únicos y que, por otra parte, el gobierno dispone de una pericia limitada para revisar los procesos industriales y aprobar los aumentos.

El informe, que comparó el sistema canadiense a los de Inglaterra, Australia y Estados Unidos, estima que ni Servicios Públicos y Aprovisionamientos Canadá, ni el ministerio de Defensa Nacional disponen de los expertos necesarios al tanto de los costos de los proyectos, y que ni el uno ni el otro tienen la capacidad de comprender el proceso de producción o los otros detalles técnicos, que son los factores mayores que contribuyen al aumento de los precios y los riesgos.
Según el documento, existe una escasez de “especialistas de la industria militar” y esta situación “restringe la capacidad de Canadá a validar el lado razonable” de los costos exigidos por las compañías.
PricewaterhouseCoopers advierte que esta situación amenaza la competitividad de Canadá en el sector de la defensa a escala mundial y que las compañías se aprovechan de esta situación para aumentar sus precios.
Radio Canadá/Prensa Canadiense
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