El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, podría aceptar un cargo en el gobierno de su sucesora, Dilma Rousseff, aunque primero irá hoy a Brasilia para discutir con ella de sus sus opciones, dijo una fuente el lunes.
Anteriormente, tres grandes periódicos brasileños habían informado de que Lula aceptaría un puesto ministerial en los próximos días, en momentos en que el ex presidente está acusado de lavado de dinero y de robo de identidad para ocultar la propiedad de un apartamento frente al mar.
Los fiscales lanzaron la semana pasada un procedimiento pidiendo la detención de Lula.
Los esfuerzos para lograr la detención del ex presidente se suman a los desafíos de una crisis que amenaza con hacer caer el gobierno de Dilma Rousseff.
Cientos de miles de personas marcharon el domingo en las grandes ciudades de Brasil para exigir la salida de la presidente, amenazada de juicio político en medio de acusaciones de corrupción, crisis económica e incertidumbre política.
La presidenta Rousseff y Lula, que fue su mentor, están salpicados por el escándalo de Petrobras, que abarca un complejo sistema de sobrefacturaciones y de pagos en negro en la compañía nacional de petróleo.
La investigación, iniciada hace casi dos años, ya ha dado lugar a la acusación de decenas de directivos de empresas. Aliados políticos y ex asesores de la presidente Dilma Rousseff fueron detenidos.
El caso se remonta a la presidencia de Lula ya una época donde Rousseff dirigió el Consejo de Administración de Petrobras.
Reuters
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