El primer ministro canadiense Justin Trudeau y el ministro de Relaciones Exteriores, Stéphane Dion, afirman que Canadá no está en guerra contra los militantes del grupo armado Estado Islámico.
Después de los atentados de Bruselas que dejaron un saldo de 31 muertos y 270 heridos el martes pasado, el primer ministro francés, Manuel Valls, utilizó esta fórmula después de una reunión de crisis convocada por el presidente francés François Hollande, diciendo que Europa había sido víctima “en los últimos meses de actos de guerra” y que “la guerra sería larga”.
Los atentados de Bruselas, como los que dejaron 130 muertos cuatro meses antes en París, fueron reivindicados por el Estado Islámico.
Los dos políticos canadienses, Justin Trudeau durante una entrevista con la radio inglesa de Radio Canadá y Stéphane Dion dijo, mientras hablaba a la entrada de la Cámara de los Comunes, declararon que el conflicto con el grupo armado Estado Islámico no corresponde a la verdadera definición de la guerra.
El primer ministro canadiense dijo que, por definición, una guerra podía ser ganada por una de las dos partes en conflicto, mientras que no existe absolutamente “ninguna vía por la que el Estado Islámico pueda ganar contra el Occidente (…) Ellos quieren desestabilizar y sembrar el miedo y se debe erradicar”.

El canciller canadiense por su parte, dejó entender que la idea de definir el combate contra los extremistas como una verdadera guerra está simplemente sobrepasada.
“Si se utiliza el término “guerra”, esto significa según el derecho internacional, dos ejércitos que respetan las reglas y este no es absolutamente el caso. Se tiene a grupos terroristas que no respetan nada. Entonces nosotros preferimos decir que se trata de un combate” Stéphane Dion, ministro canadiense de Relaciones Exteriores.
Y el Occidente está determinado a ganar este combate, dijo el canciller canadiense. “Y cualquier ataque solo reforzará nuestra determinación”, agregó.
El mes pasado, Canadá retiró sus aviones de combate, que estaban participando en los bombardeos de la coalición internacional dirigida por Estados Unidos contra el Estados Islámico en Iraq y Siria.
Pero el país multiplicó por tres el número de militares de las fuerzas especiales canadienses encargados de la formación militar en Irak y aumentó su ayuda para la inteligencia. Canadá aumentó también la contribución financiera para ayudar a los civiles desplazados.
“Es por eso que nuestra nueva misión -que se concentra más en reforzar las capacidades de las fuerzas locales en el plan militar y humanitario, en lo que respecta a los refugiados- representará una ayuda sólida al combate de la coalición contra el Estado Islámico”, dijo el primer ministro Justin Trudeau.
Radio Canadá/Prensa Canadiense
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