El canadiense Bernard Paquette es un sacerdote que trabaja actualmente en la Parroquia Sainte-Madeleine d’Outremont en Montreal. Él pertenece a la congregación de los clérigos de Saint-Viateur, fundada en Francia en 1831 por el sacerdote Louis Querbes.
En 1969, durante sus primeros años de sacerdocio, Bernard Paquette fue enviado como misionero al Perú, en un viaje que duraría más de cuatro décadas. Los clérigos de San Viator trabajan o han trabajado en Perú en las localidades de Tamshiyacu, en plena selva amazónica, en Yungay y en el suburbio limeño de Collique, donde Paquette vivió en las mismas condiciones materiales que los peruanos con menos recursos. Regresó a Montreal hace poco más de un año.
En conversación con Radio Canadá Internacional en este Viernes Santo, él nos cuenta sobre sus experiencias y las similitudes y diferencias que él ha vivido como religioso en Perú y Canadá.
Desde su perspectiva la secularización de la sociedad en Canadá es más profunda que en Perú. Esto se debe a que la historia contemporánea ha ido borrando la herencia del Concilio Vaticano Segundo, que bajo el papado de Juan XXII buscó, en 1962, modernizar la institución de la Iglesia Católica.
A su regreso a Canadá, el sacerdote Paquette observa que la inmigración en general, y la latinoamericana en particular, están llenando de fieles las iglesias católicas en Quebec y están trayendo otra manera de practicar la vida religiosa y entender la fe cristiana.
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