El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha decretado el día viernes libre por los próximos dos meses en el país, como parte de un «plan especial» de ahorro de energía frente a la grave sequía causada por el fenómeno climático de El Niño.
El decreto establece «todos los viernes como días no laborables, a partir del viernes de esta semana,» y hasta el 6 de junio, dijo el presidente en un discurso transmitido por la televisión oficial.
Apelando al «sentimiento nacional» para que todo el país apoye la iniciativa, Maduro extendió a nueve horas diarias el racionamiento eléctrico para centros comerciales y hoteles, que tienen que generar su propia energía durante los cortes, una medida establecida en febrero.
El presidente, que había declarado feriado toda la Semana Santa para reducir el consumo de agua y electricidad, reconoció que el país enfrenta una «situación extrema» con el descenso del nivel del agua de las 18 presas en el país.
En Guri, el embalse del Estado de Bolívar que proporciona el 70% de la red eléctrica del país, el agua está a sólo tres centímetros por encima del «punto extremo», fijado en 240 metros sobre el nivel del mar, dijo el jefe de estado.
Nicolás Maduro también exigió que las empresas estatales del sector industrial que consumen más, reduzcan de 20% su consumo de energía, así como la administración.
Aunque el sector de la vivienda sigue siendo el mayor consumidor de energía, Maduro ha elegido evitar «el racionamiento doloroso para el país» así como un aumento de la tarifa.
La oposición que tiene ahora una mayoría en el Parlamento, acusó al Ejecutivo de no haber anticipado la situación y no haber invertido lo suficiente en la red eléctrica.
Venezuela, que sufrió una severa crisis energética en 2010, sufre de cortes regulares, especialmente en las provincias.
Agence France-Presse
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