En plena crisis política, económica y social, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro decretó el estado de excepción y emergencia. El gobierno extiende así por decreto, algunos de sus poderes, en particular en materia de seguridad, una medida denunciada vigorosamente por la oposición.
Hechas públicas el lunes de esta semana, las medidas incluidas en el decreto gubernamental entraron en vigencia el viernes pasado por una duración de 60 días.
Denunciando “amenazas exteriores”, el presidente Nicolás Maduro ordenó “ejercicios militares nacionales de las Fuerzas armadas, del pueblo y de la milicia para prepararse a cualquier eventualidad”. Él acusa a Estados Unidos de querer “poner fin a las corrientes progresistas de América Latina”.
La oposición sigue reclamando un referéndum sobre Maduro
La oposición por su parte dice que duplicará sus esfuerzos para que Nicolás Maduro se vaya mediante un referéndum antes del fin de año. La oposición hizo un llamado a la población para que manifiesten y pidan un referéndum sobre su destitución.
El pulso entre chavistas y antichavistas se intensificó desde que la oposición reunió a principios del mes 1.800.000 firmas para apoyar el proceso que apunta a la destitución del presidente.
Este fin de semana, el vicepresidente Aristóbulo Isturiz descartó cualquier posibilidad de hacer un referéndum. Él acusó a la oposición de preparar un “golpe de Estado” institucional contra el presidente Nicolás Maduro.
El gobierno chavista compara su situación a la de la presidenta brasileña de izquierda Dilma Rousseff, que fue apartada del poder por la oposición. Las autoridades venezolanas se deben pronunciar oficialmente sobre la admisibilidad del proyecto de referéndum.
El descontento popular se inscribe en un contexto de crisis económica persistente. En 2015, el país conoció una inflación de 180.9% y su PIB retrocedió de 5.7% por el segundo año consecutivo.
Otrora un rico país productor petrolero, Venezuela ha visto decaer su economía por la caída del precio del petróleo. Los venezolanos están sufriendo cortes eléctricos diarios, una escasez de productos de primera necesidad en los supermercados y servicios públicos abiertos solo dos días por semana. Los venezolanos expresan su descontento día a día concentrando su exasperación sobre su presidente.
Por otra parte, los servicios secretos estadounidenses, citados por el diario Washington Post, estiman que el gobierno venezolano podría ser derrocado por una insurrección popular en el transcurso del presente año.
Radio Canadá/Agence France-Presse
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