Los jóvenes deberán ahora trabajar durante 23 años antes de poder acumular el dinero suficiente para pagar la cuota inicial de la compra de una casa mediana en el Gran Vancouver.
Esta es la conclusión a la que llegaron los investigadores Paul Kershaw, de la Universidad de Columbia Británica y Anita Minh, de grupo de investigación y de la campaña de sensibilización Generation Squeeze, en su estudio titulado, Código Rojo: Repensar la política canadiense de vivienda.
Según el estudio, en 1976, los jóvenes entre 25 y 34 años podían economizar en 5 años de trabajo a tiempo completo, el 20% necesario para la compra de una casa mediana. En la actualidad, con la explosión de los precios de las viviendas, los jóvenes deben trabajar 3 veces más tiempo para economizar el dinero necesario para hacer esta compra en Columbia Británica y cerca de 5 veces más tiempo para comprar una casa en la región metropolitana de Vancouver.
Para explicar esta brecha, los autores mencionan una disminución de $9.000 dólares del salario promedio real en la provincia (después de la inflación), el aumento del costo de la vivienda, el costo y el tiempo de transporte entre la casa y el trabajo y los elevados precios de las guarderías para los niños.
Durante este tiempo, los que compraron casas en la década de los 70, aprovechan el aumento de los precios, dice el estudio. Según los autores, las tendencias generacionales en la riqueza y el endeudamiento debido al mercado se deben en gran parte al hecho de estar en el buen lugar, en el buen momento.
Para solucionar el problema, el informe hace 10 recomendaciones para reformar el mercado de la compra-venta de viviendas, volverlo más abordable para los jóvenes trabajadores y proteger el valor de las propiedades para los propietarios actuales.
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