La odisea que han vivido, a lo largo de todo un mes, las víctimas de los incendios forestales que afectaron el noreste de la provincia de Alberta no concluye aún.
La fecha del 1 de junio fijada por las autoridades para permitir el retorno de los afectados a las zonas devastadas por el fuego, en Fort McMurray y sus alrededores, podría verse demorada hasta septiembre, debido a los temores sobre las consecuencias que sobre la salud podría tener la contaminación ambiental dejada por el siniestro.

Al mismo tiempo que se reconoce la solidaridad del conjunto de los canadienses para ayudar a quienes perdieron todo, surgen con mayor fuerza los reclamos por la falta de información oficial clara respecto a la realidad de la situación.
Volver o no es una opción que suma estrés a la vida de personas que vienen de vivir una situación imprevista y angustiante como jamás habían imaginado.

Alejandra Ravenstein, integrante de la Asociación Multicultural de Wood Buffalo, cuenta su experiencia, no exenta de agradecimiento por quienes le tendieron una mano, en diálogo con Luis Laborda.
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