Los británicos hicieron saber al mundo mediante un referéndum llevado a cabo ayer jueves 23 de junio su decisión de abandonar la Unión Europea. Un 52 % de los votantes optaron por dejar la Unión Europea. Un 48 % votó por permanecer en el bloque europeo.
La decisión del electorado británico causó un terremoto político. El primer ministro británico anunció que dejará el poder, cayeron las bolsas de valores en muchas partes del mundo y también perdieron plumas desde el dólar canadiense hasta el peso mexicano. Tanto Barack Obama como Angela Merkel trataron de calmar los nervios en el mundo de las finanzas, así como la profunda decepción en muchas capitales europeas. El ricacho Donald Trump celebró el resultado de ese referéndum.
Para algunos observadores este resultado es el triunfo de la xenofobia y de las corrientes de derecha que celebran ese resultado. Otros sostienen que la campaña por la permanencia en la UE no era otra cosa que una propuesta de mantener un status quo, algo inaceptable para los británicos. También se ha señalado que este resultado representa un rechazo de la población a las elites políticas tanto en Gran Bretaña como en la Unión Europea.
Para tener una idea de la situación en Gran Bretaña al día siguiente del referéndum, Radio Canadá Internacional pudo conversar en Londres con Isabelle Laliberté, una arquitecta quebequense, canadiense y ciudadana británica que acudió ayer jueves a votar sobre el futuro del Reino Unido.
Ella destaca el estado de shock de muchos británicos que daban por descontada la permanencia de Gran Bretaña en la UE y también el clima de xenofobia que fue un elemento presente en este referéndum.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.