La Unión Europea está presionando al –saliente- primer ministro británico, David Cameron, para que se oficialice -y se haga lo más rápido posible- la salida, o divorcio, entre las dos partes.
Luego de la decisión mayoritaria de los británicos de dejar de lado la Unión Europea, David Cameron presentó la renuncia a su cargo y dejó claro que no piensa invocar rápidamente el artículo 50 del Tratado de Lisboa para que comience el proceso de divorcio entre el Reino Unido y la UE.
El primer ministro británico aseguró que piensa consultar a los dirigentes escoceses, galeses y norirlandeses sobre el mejor camino a seguir después del referendo.
Este lunes, David Cameron habló ante la Cámara de los Comunes de su país y aseguró que “El gobierno británico no invocará, por el momento, el artículo 50. Esa es nuestra decisión soberana y sólo le incumbe a Gran Bretaña -y sólo a ella- tomarla”.
Según el primer ministro británico, sus socios ya fueron informados de esa decisión. Entre ellos se encuentran la canciller de Alemania, Ángela Merkel, el presidente de Francia, François Hollande y el presidente del Consejo Europeo, Donal Tusk.
David Cameron está convencido de que antes de invocar el artículo 50 del Tratado de Lisboa es necesario “determinar el tipo de relación que queremos tener con la Unión Europea y esa decisión le compete al próximo primer ministro y a su gabinete”.
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