Cinco policías que encuadraban una manifestación pacífica fueron abatidos alrededor de las 21:00 horas de ayer en el centro de Dallas, Texas. Por lo menos otros 7 policías y 2 civiles resultaron heridos.
Los policías fueron tomados como blanco por francotiradores emboscados en techos de edificios del centro de la ciudad al final de una manifestación pacífica de apoyo a la comunidad negra. Centenares de manifestantes de todos los orígenes denunciaban la muerte de 2 afro estadounidenses abatidos por las fuerzas del orden en menos de una semana, cuando empezó el tiroteo. Los disparos eran de armas semiautomáticas afirman algunos testigos.
La emboscada había sido meticulosamente preparada y ejecutada de una forma metódica, afirma el servicio de policía de Dallas. “Ellos operaban de forma concertada con fusiles, procediendo a tiros cruzados a partir de posiciones elevadas en diferentes puntos de la zona del centro de la ciudad donde la manifestación terminó”, comentó David Brown, jefe de la policía de Dallas.
Ataque contra fuerzas del orden más sangriento de la historia reciente de Estados Unidos.
Mike Rawlings, alcalde de Dallas, declaró que en total, 12 agentes de policía habían sido alcanzados por las balas y precisó que 5 de ellos habían muerto. El alcalde Rawlings agregó que 2 civiles también resultaron heridos en el tiroteo. Algunos policías se encuentran todavía en un estado crítico y ciertas víctimas recibieron impactos en la espalda.
Los motivos de los francotiradores siguen siendo desconocidos por el momento, pero “todas las hipótesis con respecto a las razones de lo que se produjo y la forma como se llevó a cabo, son contempladas”, declaró el jefe David Brown.
Los manifestantes reunidos en el centro de la ciudad se dispersaron rápidamente para protegerse apenas comenzaron a oírse los primeros disparos.
El transporte en común fue suspendido y una buena parte de centro de la ciudad fue sitiada. La aviación civil restringió los vuelos encima de la ciudad.
Tres sospechosos detenidos
La policía de Dallas detuvo a tres sospechosos en relación con el tiroteo, mientras un cuarto murió después de un enfrentamiento con las unidades especiales de las fuerzas del orden. Atrincherado en un edificio del centro de Dallas después de haber participado en el tiroteo y cercado por la policía, el individuo se dispuso a vender cara su piel. El alcalde Rawlings confirmó su muerte.
Durante el enfrentamiento con la policía, el sospechoso gritó que varias bombas habían sido diseminadas en el centro de la ciudad, lo que provocó el despliegue de las brigadas de desminado de la policía de Dallas. De hecho, un paquete sospechoso fue encontrado y está siendo examinado por los expertos de la unidad de desactivación de bombas de la policía.
Dos de los tres sospechosos detenidos fueron interceptados en un automóvil marca Mercedes Benz que salieron a toda velocidad del centro de la ciudad. Testigos afirman haber visto a un hombre lanzar un saco de camuflaje en el vehículo antes de darse a la fuga. La policía logró interceptar el vehículo gracias a un retén.
El jefe Brown ignora si otros individuos están implicados en la organización de este ataque, cuyos motivos siguen siendo vagos. Las fuerzas del orden continúan su investigación e inspeccionan el centro de la ciudad.
Se hará justicia, dijo el presidente Obama
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama denunció hoy el tiroteo, calificándolo de “ataque odioso, calculado y despreciable”. Actualmente en Polonia para participar en la Cumbre de los países de la OTAN, Obama rindió homenaje a los policías caídos y recordó los sacrificios de esos hombres y mujeres para garantizar la seguridad de la población estadounidense.
El presidente Obama transmitió sus condolencias al alcalde Rawlings y le ofreció toda la asistencia que pueda necesitar. “Cualquier persona implicada en estos asesinatos absurdos deberán responder por sus actos. Se hará justicia», concluyó el presidente de Estados Unidos.
Radio Canadá/CNN/Reuters/Agence France-Presse
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