La ex presidente del Consejo Nacional de Jóvenes Inuit, Jesse Mike comparte las luchas que las personas LGBT enfrentan en las comunidades inuit.

La identidad Queer Inuit y el legado de la colonización chocan en un nuevo documental

Dos cosas suaves, dos cosas duras, las complejidades de ser LGBT entre los  inuit

Los pueblos Inuit tienen la capacidad de poder diferenciar hasta 30 tonalidades del color blanco. Para ellos, esta distinción les es muy útil para muchos momentos de su vida, ya que están rodeados de «aput», es decir, nieve.

En realidad, la palabra ‘aput’ significa que la nieve está en el suelo; ‘gana’, es el término que utilizan para denominar la nieve que cae; ‘piqsirpoq’, es la nieve que se encuentra en movimiento y ‘qimuqsuq’ significa tormenta de nieve.

¿Qué términos utiliza la lengua inuktituk para referirse a una relación homosexual?

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Documental Dos cosas suaves, dos cosas duras

La traducción literal de un término inuktitut para expresar las relaciones lesbianas es la siguiente: “dos cosas suaves que se frotan una contra la otra», mientras que para los hombres homosexuales se trata de «dos cosas duras que se frotan una contra la otra.»

Estos términos son muy antiguos, lo que significa que esas relaciones estaban reconocidas en las comunidades inuit desde tiempos antiguos.

De ahí el título de Mark Kenneth Woods y de Michael Yerxa “Dos cosas suaves, dos cosas duras”, un nuevo documental que fue estrenado recientemente en el Festival de Cine LGBT de Toronto, Inside Out.

La película se desarrolla en el contexto de una celebración del Orgullo LGTB en Iqaluit, capital del territorio de Nunavut, que a pesar de ser la comunidad más poblada en el territorio, cuenta con menos de 7.000 residentes permanentes. Woods y Yerxa se enteraron de las festividades a través de un  artículo publicado en 2014, que detalla realmente cómo fue la respuesta de Iqaluit, a las leyes anti-homosexuales desplegadas en Rusia durante los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 que llevaron a la idea de lanzar la primera marcha del orgullo gay en Iqaluit

«Pensamos, ¿no es esto increíble que un evento del orgullo gay esté ocurriendo en esta parte del mundo, el Lejano Norte, en esta comunidad de 7.000 personas?» le dijo Yerxa a CBC Arts. «Al leer el artículo supimos que debía haber algo más para investigar y muchas más historias que iban a salir a partir de eso.»

Documental Dos cosas suaves, dos cosas duras

“Cuanto más cavamos, más complicado se volvía todo», agregó Woods. «No se puede tener el Orgullo gay en Nunavut sin realmente volver a trazar la historia de la colonización, las escuelas residenciales y los inuit expulsados de sus tierras y obligados a vivir en comunidades asentadas. Y luego está la cristianización y el sistema de escritura que fue creado para enseñar a la gente la Biblia. Hay todo tipo de cosas que realmente llevan a entender cómo y por qué esa celebración está ocurriendo ahora”.

Los realizadores no rehuyeron ninguno de estos temas, y además muestran cómo la gran aceptación de  los LGBT inuit está ayudando a la comunidad a sanar el pasado. Porque fueron la colonización y la religión las que avergonzaron y borraron las creencias tradicionales inuit acerca de la sexualidad y la estructura familiar, y Dos cosas suaves, dos cosas duras  ayuda a mostrar cómo una nueva generación de Inuit está activamente sacudiéndose la «vergüenza» de su pasado.

Documental Dos cosas suaves, dos cosas duras

«Todavía hay demasiados pensamientos ligados al cristianismo y al matrimonio tradicional», dijo Yerxa. «. Todo eso se produce inmediatamente después de la colonización. Es agradable ver a las personas que tratan activamente de cambiar su comunidad y esto es realmente lo que la película cuenta: sus historias.»

Para Woods y Yerxa, la más grande experiencia que aprendieron al hacer la película fue darse cuenta de lo poco que se conoce en el resto de Canadá sobre Nunavut, su gente y su historia.

«A nosotros, en tanto que canadienses del sur, nunca nos enseñaron esto en la escuela», dijo Woods. «Me daba mucha vergüenza lo poco que sabía y estaba realmente impresionado por lo que  había sucedido en esa zona y a su gente.»

Yerxa espera que la película permita iniciar una conversación más profunda de la historia de los Inuit, en particular, sus estructuras familiares y las identidades sexuales.

«Espero que sea un punto de inflexión para que eso se hable de una manera más extensa», dijo.

Después de su estreno en Inside Out en el festival de Toronto,  el documental Dos cosas suaves, dos cosas duras fue presentado en estreno internacional en el Festival Frameline de San Francisco a finales de junio. Pero los realizadores quieren asegurarse de que eso es sólo el principio y de que la película llegue a todas las personas que sienten que representa su historia.

«Queremos hacer que esté disponible de forma gratuita para la población Inuit y eso ya está empezando a pasar», dijo Woods. «La gente en diferentes comunidades están pidiendo una copia. La respuesta siempre va a ser sí.»

La concepción de la orientación sexual en los Inuit

Chris Trott, profesor asociado de estudios nativos en la Universidad de Manitoba y autor del artículo *El género del oso © U of Manitoba

Históricamente hay en la cultura inuit una diferente concepción del género, el sexo y la sexualidad. El Dr. Chris Trott, profesor asociado de estudios nativos en la Universidad de Manitoba y autor del artículo «El género del oso,» analizando la ambivalencia de género en la cultura tradicional inuit, cree que el comportamiento homoerótico existía probablemente entre los inuit, históricamente, pero que no lo traducían en términos de homosexualidad.

La clave de esto es la comprensión Inuit de género: «Usted recibe su género de la persona cuyo nombre recibe», explica Trott. «Si es tu abuelo, no importa de qué sexo eres; eres un varón ya que llevas el nombre de tu abuelo, y se te criará como un niño. . . Más o menos alrededor de la pubertad, el sexo y el género de las personas serían reajustados. Así que para los inuit, el género es mucho más contextual y situacional. Su género depende de con quién está relacionado”.

Trott contrasta esto con la comprensión de la orientación sexual de nuestra sociedad moderna no inuit. «En nuestra sociedad, el ser gay o lesbiana se construye como una forma de vida: es una forma de estar en el mundo. No se trata simplemente de actos sexuales. Por lo que esa traducción de los actos homoeróticos en ser gay es una traducción de actividad con el género. Lo que digo es que los inuit no hacen la traducción. Al menos, históricamente, no había manera de hacer esa traducción».

Por supuesto, estos puntos de vista tradicionales fueron interrumpidos cuando generaciones enteras de  inuit fueron enviadas a las escuelas residenciales y expuestas a las nociones occidentales de la homosexualidad y la homofobia, dice el profesor Trott. El resultado parece ser una curiosa fusión de culturas: algunas personas Inuit se identifican como homosexuales, mientras que otras no utilizan dichas etiquetas. Y otros que no están acostumbrados  a la idea de «ser gay», invocan, no obstante, los valores Inuit de aceptar y cuidar.

Lea el artículo completo aquí.

Las entrevistas con los directores del documental, Mark Kenneth Woods y Michael Yerxa, son de Peter Knegt /CBC Arts

Categorías: Artes y espectáculos, Indígenas, Sociedad
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