Esta semana fue inaugurado en Montreal el Festival Internacional de Películas Fantasia, que este año cumple veinte años de existencia y se extiende del 14 de julio al 3 de agosto.
La película de apertura de este festival es una producción canadiense escrita e interpretada por Alexandre Goyette. Se llama “King Dave”.
La sinopsis de esta película describe al personaje central, Dave como joven y rebelde. Lo que se ve en la pantalla es más bien a un personaje que se acerca a la cuarentena y que confunde rebeldía con pereza física e intelectual.
«King Dave» es la historia de un quebequense blanco, aburrido, indisciplinado, que imita la vestimenta y el lenguaje de aquella juventud negra, marginalizada y pobre de Montreal. Los dos polos de su mundo son las “chicks”, o las mujeres, que son a la vez objetos de consumo y sucedáneo de la protección maternal, y los “blacks”, que son los jóvenes de las minorías negras, que sobreviven gracias a una existencia pandillera y violenta, a los que Dave a la vez admira, utiliza, teme y detesta.
Una noche, en un club nocturno, su novia Nathalie se pone a bailar con un joven negro, Stanley, cuyas manos acaban debajo de la cintura de ella. Dave toma ofensa, que acaba en una pelea de callejón y una serie de actos de venganza. Por otro lado, Dave se entera que su novia se ha metido con su mejor amigo, Marc, o viceversa, tras lo cual Dave acaba llorando hasta los mocos.
Desde la perspectiva de un presentismo constante, la película es como una página de Facebook, un mirarse en el ombligo. Dave habla constantemente a la cámara, le habla al espejo, se habla a sí mismo. Inclusive repite algunas líneas de “El extranjero”, de Albert Camus, y se produce un crimen sin sentido. Si en la obra de Camus el personaje Mersault acaba de saber que su madre ha muerto, en «King Dave» la madre del personaje principal más bien le sirve la comida y le pide que trabaje y estudie.
Una vez más, esta película hace circular la imagen del joven negro, del joven latino, como pandillero y violento. La tragedia de Dave es por culpa de los “blacks”, que le roban y le pegan constantemente.
Esta película presenta como mérito el haber sido filmada en una sola secuencia. Quizá este sea su mayor logro. Originalmente escrita como pieza de teatro, la película se queda prisionera de lo que es un monólogo en el escenario. Con sus personajes que son caricaturas, «King Dave» será una más de las películas quebequenses que, una semana después de haber sido vistas, será olvidada.
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