Sesenta y ocho inmigrantes detenidos en dos cárceles de máxima seguridad en Ontario, el Centro de Detención de Toronto East en Scarborough y el Penitenciario Central Este en Lindsay, comenzaron hace más de dos semanas una huelga de hambre para exigir el fin de las detenciones indefinidas en prisiones de máxima seguridad, sin que se haya llevado a cabo un proceso o una condena de parte de los tribunales de justicia en el país.
Mientras los detenidos, en su mayoría no blancos, continúan con la huelga de hambre al interior de las dos prisiones en Ontario, al exterior uno de los organismos de la sociedad civil que ha estado apoyando esta lucha es el llamado End Immigration Detention Network, o la Red para poner fin a la detención de inmigrantes.
Por años, este colectivo de organizaciones y activistas ha estado exigiendo a Ottawa cambios a la manera en que Canadá trata a estas personas.
Ellos sostienen que el único sistema de inmigración justo es uno sin deportaciones ni detenciones, y que se reconozca la condición de inmigrantes documentados a todos los migrantes que se encuentran en Canadá.
Mina Ramos es una de las personas que hace parte de la Red para poner fin a la detención de inmigrantes.
Entrevistada por Radio Canadá Internacional, Ramos explicó que el ministro canadiense de Seguridad Pública, Ralph Goodale, está al tanto de la situación y que lo que se espera de su parte es una acción honorable en respuesta a los reclamos de los inmigrantes detenidos en Ontario.
Desde una perspectiva más amplia, para Mina Ramos esta huelga de hambre es una consecuencia de un sistema de inmigración basado en el racismo.
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