Los rebeldes sirios lanzaron una gran ofensiva en el suroeste de Alepo, zona controlada por tropas del gobierno sirio, para tratar de romper el cerco y reabrir las líneas de suministro después de que la semana pasada el Ejército y sus aliados reforzaron el sitio en las partes de la ciudad controladas por los insurgentes que combaten contra el régimen de Bashar al Assad.
Los rebeldes tratan de romper la franja de territorio controlado por las fuerzas del Gobierno con la esperanza de reconectar su asediado sector del este de Alepo con una parte del territorio insurgente en el oeste de Siria.
El centro de mando rebelde, que incluye al nuevo grupo islamista Jabhat Fatah al Sham, previamente conocido como el Frente Nusra vinculado a al Qaeda, y Ahrar al Sham, informó que había capturado las posiciones del ejército en las primeras horas de la ofensiva, que comenzó el domingo por la noche.
El Ejército sirio confirmó a los medios estatales que los rebeldes habían lanzado una ofensiva, pero dijo que sus soldados los habían expulsado desde una base de artillería de la Fuerza Aérea.
Tropas gubernamentales sirias tomaron el control de importantes territorios al norte de la ciudad la semana pasada, alrededor de la carretera Castello, que lleva al norte hacia Turquía, después de haber cortado la carretera hacia los distritos rebeldes a comienzos de julio.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos dijo que el ataque rebelde era el mayor en meses. El grupo que vigila el curso de la guerra civil en Siria dijo que aviones de las fuerzas que apoyan al Gobierno bombardearon la localidad rebelde de Khan Touman, al sur de Alepo, y que los rebeldes bombardearon partes de Alepo controladas por el Gobierno durante la noche.
Alepo, la ciudad más grande de Siria antes del estallido de la guerra hace cinco años, se encuentra dividida entre las fuerzas del Gobierno y los rebeldes desde el verano de 2012.
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