Caroline Monnet es una artista multidisciplinaria canadiense, con raíces indígenas y bretonas.
Entre sus herramientas de trabajo se cuenta el cine, habiendo producido hasta la fecha numerosos cortos, en los que aborda, entre otros temas, la vida en las comunidades autóctonas.

Pero también recurre con igual pasión a la fotografía, la escultura, las instalaciones y la pintura.
Nacida en la ciudad de Gatineau, en la región del Outaouais, acaba de hacerse acreedora a un reconocimiento al que tienen acceso muy pocas personas: fue elegida para realizar una residencia en la Fundación del prestigioso Festival de Cannes, en Francia.

Esa formación tiene por objetivo impulsar a los realizadores que quieren filmar su primer o segundo largometraje.
En su corto titulado Roberta, aborda la opresión que padece una mujer indígena que no se adapta a las estrictas normas sociales y que se vuelca al consumo de fármacos para esconder, ya que no la supera, su dolorosa experiencia.
Ahora, durante su estancia, dará forma al guión para una película que cuenta la historia de una mujer que trafica alcohol en una comunidad autóctona.

Pero sus historias no relatan la miseria y desesperación que son comunes en el relato de los medios de comunicación. Por el contrario, muestran una sociedad en plena efervescencia, que crea, que busca, que tiene una riqueza y una tradición que puede compartir… y que el resto de la sociedad generalmente desconoce
El devenir de una vida personal y artística en el marco de culturas compartidas…
Así lo cuenta Caroline Monnet en entrevista con Luis Laborda.
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