Un comité senatorial brasileño votó el jueves en favor de someter a la presidenta Dilma Rousseff a juicio ante el plenario de la cámara, por haber presuntamente violado normas presupuestarias. La decisión deja la vía abierta para que la mandataria sea removida de sus funciones.
El cuerpo, compuesto por 21 miembros, registró 15 votos a favor y 5 en contra de juzgar a Rousseff.
Si es despojada de su cargo, su salida de la presidencia pondría fin a 13 años de gobierno del Partido de los Trabajadores, que tuvo a Luiz Inacio Lula da Silva al frente de la administración durante dos mandatos.
Junto a una serie de escándalos por corrupción, Brasil enfrenta una de las crisis políticas más graves de las últimas décadas, al tiempo que se encuentra en un proceso de desaceleración económica importante.

La incertidumbre política afecta incluso a los Juegos Olímpicos de Río, que se inauguran oficialmente este viernes. La mayoría de los líderes mundiales declinaron la invitación para asistir a la ceremonia central.
El Senado de Brasil deberá votar el martes si acepta o rechaza los cargos contra la presidenta. En caso que se defina a favor de un juicio, el veredicto se conocería hacia fines de mes.
Según los miembros de la comisión senatorial, Rousseff violó voluntariamente normas fiscales vigentes y se comportó como “una administradora deshonesta”.
La mandataria niega haber manipulado las normas presupuestarias y afirma que es víctima de una conspiración de sectores de la derecha para voltearla.
Se trata del segundo caso de juicio a un mandatario brasileño en funciones. El único antecedente se remonta a la presidencia de Fernando Collor de Mello, que gobernó a comienzos de la década de 1990.

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