La administración Obama mantendrá a la marihuana en la lista de las drogas más peligrosas, a pesar del aumento del apoyo popular hacia una legalización de la misma.
De todos modos, autorizará nuevas investigaciones en relación a sus posibles beneficios medicinales.
La Administración para el Control de las Drogas, conocida por sus siglas en inglés DEA, optó por no reclasificar a la marihuana, luego de un proceso de revisión y consulta con el departamento de Salud, que rechaza cualquier aplicación del producto en actividades médicas.
La decisión de mantener a la marihuana en la misma clase de drogas como la heroína y el peyote llega en medio de un apoyo nacional creciente para su legalización, medida que ya ha sido adoptada por más de la mitad de los estados que componen el país.
La DEA sostuvo que tiene previsto facilitar la tarea de los investigadores, para que establezcan si existen beneficios del uso de la droga en temas de salud, mediante la autorización de un mayor número de entidades que pueden cultivarla legalmente con fines científicos.
En la actualidad, sólo los investigadores de la Universidad de Mississippi tienen permiso para cultivar la marihuana, como parte de un convenio firmado con el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas.
Los críticos calificaron como una noticia positiva la decisión de la administración de autorizar nuevas búsquedas científicas, pero dijeron que la media no va suficientemente lejos y reclamaron que la droga sea incluida en la misma categoría en la que se encuentran la cocaína, la morfina y el opio.
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