A eso de las cinco y media de la tarde del pasado nueve de agosto, un joven indígena canadiense, Colten Boushie, y sus cuatro amigos detuvieron el auto en el que viajaban en una carretera rural e ingresaron a un rancho. La razón: tenían una llanta pinchada y decidieron parar para buscar ayuda.
Minutos más tarde, tras un intercambio de palabras con el dueño del rancho, el indígena Colten Boushie, de 22 años, caía muerto a tiros cerca de Biggar, un pueblo de unos 2.000 habitantes en la provincia de Saskatchewan.
Gerald Stanley, de 54 años, fue acusado de asesinato en segundo grado. Ante la Justicia, este jueves, se declaró inocente.
Este asesinato ha desatado en aquella provincia de las Praderas canadienses una tormenta de expresiones de racismo contra los indígenas, sacando a la superficie lo que muchos consideran como un persistente clima de tensión racial en Saskatchewan.
Varios rancheros del lugar manifestaron su apoyo a Stanley en una página de Facebook. Sus comentarios dicen: «Su único error fue dejar tres testigos». Otro de ellos indica. «Stanley debió haber matado a los 5 y debería recibir una medalla».
Este jueves cientos de personas se congregaron frente a la Corte de Justicia en la ciudad de North Battlefort, exigiendo justicia para el indígena baleado y denunciando el racismo en esa parte de Canadá.
En este contexto, la familia de Colten Bushie, que pertenecía a la Primera nación del Faisán Rojo, ha pedido unidad a los suyos.
La reacción de algunos miembros de la población no indígena, que expresaban un profundo racismo contra los indígenas a través de las redes sociales, ha llevado a que la policía decida investigar y determinar si se tratan de mensajes de odio racial.
Sin embargo, la propia Policía Federal canadiense fue denunciada por los indígenas por haber inflamado el clima de tensión racial.

La Federación de Naciones Indígenas Soberanas emitió un comunicado condenando los términos empleados por la Policía Montada en un comunicado de prensa al día siguiente de la muerte de Boushie.
Según el comunicado de la Policía, tres pasajeros en el coche de Boushie fueron detenidos «como parte de una investigación relacionada con un robo,» añadiendo que otro joven de sexo masculino «está siendo buscando.»
La organización indígena denunció que las alegaciones de que Colten Boushie y sus amigos estaban tratando de robar en el rancho solo consiguieron inflamar las actitudes racistas de los canadienses del lugar.
Por su lado, la National Farmers Union, una organización que reúne a los rancheros del lugar, condenó las manifestaciones de racismo expresadas por algunos de sus miembros.
La Asamblea de las Primeras Naciones de Canadá también emitió un comunicado el pasado viernes expresando sus condolencias a la familia de Boushie y denunciando los comentarios racistas hechos en las redes sociales tras el tiroteo.
Algunos de esos comentarios decían: “Es hora de actuar como vaqueros e indios contra estos parásitos de la sociedad que viven del trabajo de los demás.” Otro comentario decía: “Los indígenas son la causa del crimen en Saskatoon.”
«Ver los comentarios racistas y despectivos acerca de este joven y sobre los pueblos de las Primeras Naciones en internet y en las redes sociales en respuesta a esta tragedia es algo profundamente perturbador», escribió Perry Bellegarde jefe nacional de los pueblos indígenas en Canadá.
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