Esta semana la prensa en Canadá reaccionó al anuncio del ministro canadiense de Seguridad Pública, Ralph Goodale, sobre una serie de reformas al sistema de detención de inmigrantes en el país. En un editorial, el periódico Toronto Star destaca que lo que falta es el establecimiento de un órgano independiente que supervise el trabajo de la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá.
A primera vista, hay muchos aspectos positivos en el anuncio del ministro de Seguridad Pública, Ralph Goodale que invertirá 138 millones de dólares «para transformar el sistema de detención de inmigrantes en Canadá.»
Se trata de un sistema que necesita una reforma con urgencia. Bajo el gobierno de Harper, este sistema de detención preventiva pasó de ser un último recurso a un procedimiento de rutina para el manejo de los solicitantes de asilo rechazados, las personas sin documentos o aquellos a quienes se les revocaron los papeles. Como resultado, Ottawa acabó siendo severamente criticada por organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional y la propia ONU.
En sus primeros nueve meses en el cargo, el ministro Goodale escuchó a sus críticos. Fue así que prometió invertir 122 millones de dólares para reemplazar los viejos centros de detención de inmigrantes en las provincias de Quebec y Columbia Británica. Otros 10.5 millones de dólares serán destinados a proporcionar y mejorar los servicios médicos y de salud mental para aquella personas encerradas en los centros de detención de inmigrantes. En el sistema actual, los detenidos a menudo deben ser transferidos a cárceles provinciales para poder obtener esos servicios.
Lo más prometedor es que unos 5 millones de dólares serán destinados a buscar «alternativas a la detención.» Esto podría significar el uso de garantías de cumplimiento, depósitos en efectivo y sistemas electrónicos de notificación, de modo que aquellos inmigrantes considerados como un riesgo de fuga no tendrán que ser encarcelados.
Estas medidas deben ser implementadas lo más pronto posible, dice el editorial del Toronto Star. La construcción de nuevos centros de detención tomará años y los detenidos no pueden esperar tanto tiempo para tener mejores condiciones tras las rejas.
Una omisión flagrante en todo esto es que no se mencionó la necesidad de crear un organismo independiente que supervise el trabajo de la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá, que se encarga de la detención de los inmigrantes, y lo hace tras un velo de secreto.
Por ejemplo, en los últimos 16 años han muerto unas 15 personas que se encontraban bajo custodia de la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá. Tres de esas muertes sucedieron este año. Y cuando esto ocurre, esta entidad adopta una actitud de bloquear toda información. A menudo se niega a revelar los nombres de los fallecidos. Tampoco revela su nacionalidad, ni informa si los familiares del muerto han sido notificados, o cuáles fueron las circunstancias del deceso. De hecho, a veces ni siquiera anuncia que una persona bajo su custodia ha muerto hasta que la noticia sale de otras fuentes. Es solo entonces que este organismo se ve obligado a confirmar el deceso.
Bajo esas medidas secretas, se podría argumentar que los inmigrantes detenidos pueden en realidad ser «desaparecidos» en Canadá.
Un órgano de supervisión independiente también podría asegurarse en primer lugar que esta agencia rinda cuentas sobre el número de inmigrantes que tiene bajo su custodia.
La cifra es sorprendentemente alta. Por ejemplo, entre 2013 y 2014 fueron detenidos unos 10.088 inmigrantes. Casi una quinta parte de ellos eran solicitantes de refugio. Un tercio fue encerrado en cárceles provinciales de máxima seguridad, pese a que los detenidos no representaban ningún peligro para la sociedad. Y todo esto porque no había espacio en los centros de detención de inmigrantes.
Después de años en los que el gobierno de Harper ignoró la difícil situación de los inmigrantes no deseados por Canadá, el ministro Goodale debe ser felicitado por los pasos que ha tomado. Pero él tiene que presionar con más fuerza para encontrar soluciones a corto plazo, mientras se construyen las nuevas instalaciones de detención.
El ministro canadiense de Seguridad Pública tiene que tomar las medidas necesarias para asegurarse que las acciones de la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá sean supervisadas por una entidad independiente. Y esta es una necesidad urgente, dice finalmente el editorial del periódico canadiense Toronto Star.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.