La salud de los refugiados que llegaron al país tras una decisión del gobierno federal canadiense y se ubicaron en la ciudad de Montreal preocupa a los organismos de asistencia.
El año pasado, poco después de asumir, la administración del primer ministro Justin Trudeau confirmó que recibiría a 25.000 refugiados en apenas 3 meses.
Cada provincia, como fue el caso de Quebec, se ofreció para apadrinar a una parte de ellos.

La medida, motivada por razones humanitarias, fue cumplida en tiempo récord y mereció el reconocimiento de la comunidad internacional.
Algunos de los organismos de asistencia a los refugiados denuncian que muchos de los recién llegados a Montreal deben hacer frente a problemas concretos de salud, recurriendo a un sistema sanitario que no conocen.
La forma de asegurar la eficiencia de la atención médica pasa, según los mismos organismos, por la implementación de un agente de enlace en salud, como ya existe en otros distritos.
Así lo dice Astrid Vargas, del Centro de Ayuda al Inmigrante, en diálogo con Luis Laborda.
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