Uno de los temas abordados por la prensa alternativa canadiense recientemente fue la posibilidad de que la líder del Partido Verde federal, Elizabeth May, deje la dirección de esa organización política. Esto debido a que la base de su partido votó en apoyo al Movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones contra el Estado de Israel por la opresión a la que tiene sometida a la población palestina.
En el sitio en internet Ricochet, que es un sitio canadiense de noticias y comentarios, el líder de este partido en la provincia de Quebec, Alex Tyrrell, publicó un artículo en el que refuta la posición de la líder federal de los Verdes, Elizabeth May.
Tyrrell escribe que el pasado 7 de agosto en Ottawa, los delegados en la convención federal del Partido Verde de Canadá votaron abrumadoramente en apoyo al boicot, la desinversión y las sanciones contra los sectores de la economía israelí que se benefician de la ocupación de los territorios palestinos.

El resultado de este claro ejercicio de democracia de base no le gustó a la líder del partido Elizabeth May, que tras la convención criticó a su propio partido, refiriéndose a las personas que propusieron la resolución de apoyo al BDS como «monotemáticas» y vinculando este movimiento de la sociedad civil internacional con un aparente antisemitismo.
Elizabeth May llegó hasta amenazar con renunciar a la dirección del partido si esa votación no era revocada por el ejecutivo del Partido Verde en su próxima reunión antes de salir de vacaciones por una semana.
Tyrrell dice que como líder de los Verdes en Quebec, y como alguien que ha seguido a ese partido federal a la distancia desde hace años, no le sorprendió ver a Elizabeth May hablar contra el BDS y el intento de marginar a los que lo apoyan.
Con los años, Elizabeth May ha empujado el Partido Verde de Canadá más y más hacia el centro de la política canadiense. Sus políticas están muy lejos de lo que su homóloga en Estados Unidos, Jill Stein, ha estado proponiendo en su campaña presidencial en ese país.
Las acciones del Estado de Israel contra el pueblo palestino son inaceptables. Este es un hecho que la propia Elizabeth May ha reconocido. El desacuerdo es con respecto a las tácticas. May sostiene que no hay nada que los canadienses puedan hacer para detener el régimen de terror que impone Israel en el Medio Oriente.

El boicot, la desinversión y las sanciones son una táctica pacífica y una herramienta de gran alcance para hacer presión económica sobre el gobierno de Israel hasta que respete los derechos humanos y ponga y poner fin a la ocupación ilegal. Canadá sanciona rutinariamente a otras naciones por una diversidad de razones y no hay nada anormal en el uso de esta táctica para lograr alcanzar nuestros objetivos diplomáticos, dice el artículo de opinión en el sitio canadiense alternativo Ricochet.
Nada en el BDS es antisemita. De hecho, muchas de las personas que apoyaron el BDS en la convención del Partido Verde son judíos. El objetivo del boicot y las sanciones es poner fin a la violencia lo más rápidamente posible.
Representantes del gobierno de Israel está involucrados en un esfuerzo de guerra para obtener y preservar la aprobación internacional para su ocupación, el uso de la fuerza y el asesinato de civiles. La reacción de los partidarios del gobierno de Israel contra el Partido Verde de Canadá tras la aprobación de la resolución BDS era predecible, anticipada y manejable, escribe el líder de los Verdes en Quebec, Alex Tyrrell.

A pesar de la magnitud de las atrocidades cometidas por Israel en los territorios ocupados, los principales medios de comunicación en Canadá continúan mostrando sólo una cara de la cuestión del boicot, la desinversión y las sanciones. Por ejemplo, casi ningún medio de prensa que informó sobre la adopción de la resolución del Partido Verde en favor del BDS explicó las razones por las que esa decisión fue apoyada tanto por los miembros del partido como por organizaciones como Voces Judías Independientes de Canadá y Canadienses para la Justicia y la Paz en el Medio Oriente.
De manera permanente, los principales medios de comunicación en Canadá no mencionan el apoyo que el Partido Verde podría obtener gracias al desarrollo de este tipo de política exterior en favor de la paz. En cambio, la cobertura de los medios se ha limitado a presentar argumentos contra el BDS, sobreestimando al mismo tiempo el apoyo que el Partido Verde llegaría a perder si toma esa clara posición. Muchos canadienses son críticos del gobierno de Israel y la política del boicot, la desinversión y las sanciones, aprobada por el Partido Verde, es mucho más popular de lo que los medios de comunicación llegan a presentar.
Pese a lo que Elizabeth May dijo en los medios canadienses, la resolución fue aprobada con una abrumadora mayoría tanto en la convención como en la votación electrónica previa a la convención. Aunque Elizabeth May es sensible a la crítica, la intimidación y el acoso de parte de grupos que apoyan al gobierno de Israel, los miembros no lo son.
Esta posición audaz tomada por los miembros del Partido Verde canadiense muestra que hay una creciente desconexión ideológica entre los miembros de base y la dirección del partido. En los hechos, ninguno de los demás líderes provinciales del Partido Verde dejó constancia de su apoyo a esta política del BDS. El líder del partido en la provincia de Columbia Británica, Andrew Weaver, llegó inclusive a condenar el simple hecho de que esa política del BDS fue objeto de debate.
Lo que hace que esta resolución sea histórica es que es la primera vez que un partido federal en Canadá ha roto el consenso a favor de Israel en la Cámara de los Comunes. El gobierno de Trudeau se ha contentado con seguir el ejemplo del gobierno de Harper de abusar de la autoridad moral de Canadá en la escena internacional.
Bajo la dirección de estos dos hombres hemos ofrecido a Benjamin Netanyahu y al gobierno de Israel el respaldo incondicional de Canadá a las acciones militares contra el pueblo palestino, sin importar el número de civiles muertos o el número de niños muertos por las fuerzas armadas de Israel, dice Alex Tyrrell en el sitio Ricochet.
Una de las críticas contra los partidos verdes es que son partidos de un solo tema y que no tienen mayores propuestas fuera de las cuestiones medioambientales. En el caso del Partido Verde de Canadá, Tyrrell dice estar de acuerdo con muchas de esas críticas y es una de las muchas razones por las cuales el Partido Verde de Quebec ha optado por convertirse en un partido ecosocialista, feminista y multicultural que no teme tomar una posición en temas que son difíciles o divisivos.
El enfoque promovido por Elizabeth May es insostenible a largo plazo. Un mayor éxito implica la responsabilidad de tomar posiciones sobre más y más cuestiones y los partidos políticos construidos sobre cimientos inestables son propensos a fracasar a largo plazo, dice finalmente el artículo de opinión escrito en el sitio Ricochet por el líder del Partido Verde en la provincia de Quebec, Alex Tyrrell.
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