Pasaporte canadiense
Photo Credit: Sean Kilpatrick

Venta de ciudadanías

 “Encontré que la ciudadanía se convirtió en una mercadería y que el mejor pasaporte no es el estadounidense o el canadiense o el suizo. El mejor pasaporte es el dinero”.

– Atossa Araxia Abrahamian, periodista y autora del libro The Cosmopolites: The Coming of the Global Citizen

Mientras que la ciudadanía se le es negada a millones de personas pobres, y esto se comprueba actualmente con la crisis de refugiados en Europa, algunos privilegiados coleccionan pasaportes para utilizarlos como un artículo de lujo, dependiendo de la ocasión y los beneficios que proporcionan.

La canadiense Atossa Araxia Abrahamian llevó a cabo una investigación periodística en el mercado internacional de pasaportes. Los resultados de su investigación fueron publicados en un libro que podría traducirse como Cosmopolitas: la llegada del Ciudadano Global.

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Atossa Araxia Abrahamian © Twitter

La nacionalidad múltiple o ciudadanía múltiple es el estatus jurídico del que disfrutan ciertos individuos, al ser reconocidos como nacionales simultáneamente por varios estados.

Algunos países otorgan la ciudadanía automáticamente cuando la persona nace en territorio nacional.  También es dada a las personas que se casan con alguno de sus coterráneos. Además, la ciudadanía de un país se puede adquirir a través de la naturalización.

Pero las cosas no son a veces tan simples ni justas como parecen. ¿Tiene mucho dinero? ¡Usted puede pagarse entonces varios pasaportes!

Si usted se quiere instalar por ejemplo, en algún país del Caribe,  y cuenta con miles de dólares, es multimillonario, no va a recibir un trago a manera de bienvenida.  Usted va a obtener un pasaporte, una práctica completamente legal.

Atossa Araxia Abrahamian tiene tres nacionalidades y muchas razones que la llevaron a investigar el mercado de pasaportes.

Se crió en Ginebra, en un ambiente muy internacional debido a que sus padres trabajaban para las Naciones Unidas.  Durante sus estudios en la escuela ella se codeaba con chicos que habían vivido en varios países y tenían varios pasaportes, como ella. Para Atossa entonces era muy normal tener más de una nacionalidad.

Ella descubrió el mercado de la ciudadanía trabajando como corresponsal para la agencia Reuters, cuando se instaló en Estados Unidos hace dos años para estudiar filosofía.

Allí fue invitada a un evento titulado Ciudadanos del mundo. Creyó que asistiría a una discusión académica pero se dio cuenta que era una presentación sobre las posibilidades que ofrecen países que venden su ciudadanía. Esa conferencia estaba organizada por una asociación de mercaderes de pasaportes.

 “Como periodista, fue apasionante, era una historia que nunca había leído. Que nadie conocía. Me puse a investigar. Me encontré con los mercaderes de pasaportes, los conozco bien. Vienen de todas partes, muchos de Canadá”.

¿Cómo hacen para emitir un pasaporte?

“No se trata de personas que venden pasaportes ilegales, son consultores con clientes ultra ricos y que tienen lazos con los gobiernos de países que venden sus pasaportes. Son consultores intermediarios que ayudan en la inmigración a los muy ricos”.

En su libro ella habla de un precio promedio: 250 000 dólares, dependiendo del país. En  Dominica, una isla del Caribe, puede costar cerca de 100 000 mientras que Malta exige más de 1 millón de dólares estadounidenses.

La compra de la ciudadanía maltesa por ejemplo, permite vivir y trabajar en cualquier parte de la Unión Europea.

Seguro que tener varias nacionalidades es interesante para los ricos, que generalmente  son gente de negocios, y obtener una nueva ciudadanía les permite vivir en varios países.

Pero la periodista señala que esos ricos vienen de todas partes, aunque mayoritariamente de países inestables o pobres. Lo que les impide viajar fácilmente a ciertos países, entonces el nuevo pasaporte les ayuda a ir a Europa, Estados Unidos o Canadá, con una nueva identidad, de cierta manera.

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), esa compra de ciudadanías en la actualidad se están volviendo cada vez más comunes.
En su informe del año pasado, el FMI ha reportado un aumento en el número de programas de ciudadanía económica. Los individuos adinerados consideran la compra de derechos de ciudadanía o de residencia «como un medio para mejorar la movilidad internacional, la planificación fiscal y la seguridad familiar», indicó el FMI.

¿Es fácil vivir con varias nacionalidades?

“Vivir con varias nacionalidades es un privilegio, dice la canadiense nacida en Vancouver, quien cuenta también con las nacionalidades suiza e iraní. Pero no la estadounidense. Explica que la nacionalidad estadounidense no puede comprarse pero sí la tarjeta verde, previo pago de entre 500 mil a 1 millón de dólares. Parecido a Canadá, que también vende permisos de residencia, dependiendo de la región. La mayoría de los países desarrollados cuentan con  un programa para inversores.

Las conclusiones de su investigación

“Encontré que la ciudadanía se convirtió en una mercadería y que el mejor pasaporte no es el estadounidense o el canadiense o el suizo. El mejor pasaporte es el dinero”.

Al mismo tiempo el pasaporte se convirtió en un bien de lujo. Las empresas han creado y alimentan esa necesidad de los ultra ricos por un segundo o tercer documento de viaje. También descubrí  que hablamos mucho de desigualdades económicas estos días, pero también hay mucha desigualdad a nivel legal  y las desigualdades en inmigración son numerosas sobre todo con la crisis de refugiados.

Cosmopolitas, la llegada de la ciudadanía mundial, de Atossa Araxia Abrahamian

Atossa Araxia Abrahamian, actualmente periodista de Al Jazeera dice que ella no ve nada de malo en los programas de inversión. «Si eres rico y quieres tomar las riendas de tus decisiones, te deseo lo mejor».

RCI/Internet

La entrevista con Atossa Araxia Abrahamian fue realizada por Franco Nuovo, de Radio Canadá.

Categorías: Economía, Inmigración y Refugiados, Internacional, Sociedad
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