La antropóloga canadiense-iraní Homa Hoodfar, profesora retirada de la Universidad Concordia en Montreal, detenida en Irán desde el 6 de junio «fue puesta en libertad y pronto se reunirá con su familia, amigos y colegas», confirmó este lunes el primer ministro canadiense Justin Trudeau en un comunicado.
El gobierno «ha participado activa y constructivamente con los más altos niveles en el expediente de la Sra Hoodfar desde el comienzo de esta dura prueba, trabajando para obtener su liberación y su regreso a Canadá,» sostuvo el señor Trudeau .
La mujer de 65 años recibirá asistencia consular a su regreso a casa, precisó.
En ausencia de representación diplomática de Canadá en Irán, Canadá ha trabajado en estrecha colaboración con otros países, como Omán, Italia y Suiza, que han desempeñado un papel clave que condujo a la liberación de la profesora Hoodfar . Me gustaría expresar mi más profundo agradecimiento por su apoyo.
-Justin Trudeau
El señor Trudeau no ha indicado cuando la señora Hoodfar podría llegar al país ni dio detalles sobre su estado de salud.
Liberada por razones humanitarias
La noticia de la liberación de la Sra Hoodfar había sido difundida unas pocas horas antes por la Agencia iraní Fars News, citando a un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Islámica.
De acuerdo con Bahram Qasemi, la profesora jubilada de la Universidad Concordia, que también tiene la nacionalidad irlandesa, «fue puesta en libertad esta tarde por razones humanitarias, incluyendo su enfermedad, y salió de Irán para Canadá, a través de Omán».
La Sra Hoodfar padece miastenia gravis, una enfermedad autoinmune rara que se caracteriza por una debilidad muscular. Miembros de su familia temen que no estaba medicada adecuadamente desde el principio de su detención en la prisión de Evin.
Afirmaron también que tuvo que ser hospitalizada a principios de agosto.
Las razones exactas de la detención de la Sra Hoodfar nunca han sido claras. La acusaron de colaborar con un gobierno hostil en Irán y por hacer propaganda, pero esta información sólo se ha difundido por la prensa. Su abogado nunca tuvo acceso a los cargos.
Hoodfar Homa, de 65 años, había ido a Irán en febrero para visitar a los miembros de su familia y continuar sus trabajos. Su investigación académica se centró en las mujeres musulmanas en diferentes partes del mundo.
Ella fue detenida por primera vez en marzo. Fue interrogada y se le había confiscado no sólo su computadora, sino también su pasaporte, lo que le había impedido regresar a Canadá.
Un asunto delicado
Ottawa se ha mostrado siempre muy cuidadosa con el dossier de la Sra Hoodfar. Canadá ya no tiene una embajada en Teherán desde que rompió relaciones diplomáticas con Irán en 2012. Ottawa debe confiar entonces en algunos de sus aliados, entre ellos Italia, para representar sus intereses en la República Islámica.
Cuando se le preguntó sobre el estado del expediente de Homa Hoodfar después de que el canadiense Kevin Garratt fuera puesto en libertad después de dos años de detención en China, el canciller Stephane Dion había dicho el 16 de septiembre que las negociaciones eran complejas.
«No tenemos ningún tipo de relaciones con Irán, no tenemos embajada, no tenemos nada», declaró. «Vamos a tratar de reconstruir eso de manera que, tan pronto como sea posible, los canadienses con problemas en Irán puedan tener en algunos casos una liberación, en otros casos, una reunión familiar.»
El gobierno de Trudeau ya ha anunciado planes para restaurar las relaciones diplomáticas con Teherán, sin dar más detalles.
Radio-Canada con Reuters
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