Este pasado lunes 26 de septiembre fue firmado en la ciudad de Cartagena un acuerdo de paz entre el gobierno de Colombia y la principal fuerza guerrillera en ese país, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, formada en 1964 por Manuel Marulanda junto a otros líderes del Partido Comunista de Colombia.
Después de más de 50 años de conflicto armado, y utilizando una bala de fusil convertida en un bolígrafo, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y el líder guerrillero Rodrigo Londoño, firmaron un acuerdo de paz cuya implementación llevará años de trabajo y voluntad política.
Una canadiense testigo de este momento histórico es Stelsie Angers. Egresada de la Universidad de Sherbrooke, ella es una abogada, miembro del Colegio de abogados de Quebec. Antes de ir a Colombia, ella trabajo como fiscal municipal por la ciudad de Sherbrooke durante 2 años.
Luego se desempeñó como asesora jurídica para víctimas de violencia sexual en República democrática del Congo en la zona de conflicto de este país y fue asesora en derechos humanos para una ONG costarricense dedicada a la defensa de los derechos de los migrantes, particularmente de las mujeres que son víctimas de trata de persona.
Stelsie Angers trabaja desde 2015 en Colombia como asesora jurídica cooperante de la organización no gubernamental Abogados sin Fronteras Canadá en el marco de un proyecto llamado “Promoción y refuerzo de la aplicación del Estatuto de Roma en Colombia”.
En conversación desde Bogotá con Radio Canadá Internacional, ella explica cómo se vivió en la capital colombiana la firma de ese acuerdo de paz, cuál es el clima rumbo al referendo y qué tareas quedan pendientes ahora que los fusiles de los combatientes de las FARC y del gobierno han callado.
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