Huir de un país desgarrado por la guerra significa dejar casi todo detrás. Amigos, familia, propiedad, empleo.
Y luego vienen las nuevas experiencias, nuevas viviendas, nuevos puestos de trabajo, nuevas escuelas, Y nuevas tradiciones.
Así como los canadienses disfrutan este fin de semana feriado de la fiesta de Acción de gracias – muchos refugiados recién llegados en Nueva Escocia– lo celebran también, junto a inmigrantes y estudiantes extranjeros.
Los orígenes del día de Acción de Gracias en Canadá pueden remontarse a principios del siglo XVII, cuando los franceses llegaron a Nueva Francia con el explorador Samuel de Champlain y celebraron sus cosechas exitosas.
A medida que fueron llegando más emigrantes europeos a Canadá, las celebraciones después de una buena cosecha se fueron volviendo tradición. Los irlandeses, escoceses y alemanes también añadirían sus costumbres a las fiestas.
La Acción de gracias en Canadá es considerada un día de fiesta desde hace casi 140 años, una tradición importada por las generaciones anteriores de inmigrantes. Y que continúa.
Judith Thompson vive en la ciudad de Halifax, provincia de Nueva Escocia. El lunes, ella les ofrecerá una cena en su casa de campo en la costa este de Nueva Escocia.
Normalmente ella pasa ese día con su hijo de 26 años. Pero esta vez está esperando 6 huéspedes adicionales: Said Halla, su esposa Kholoud y sus cuatro hijas, de entre 3 a 12 años.
Hace un año, la familia Halla estaba viviendo en el sur de Líbano después de huir de la guerra en Siria. El futuro era incierto.
Thompson, junto con un grupo de cerca de 20 amigos y colegas los patrocinó como refugiados y llegaron en febrero.
Said Halla está aprendiendo acerca de la tradicional fiesta de Acción de Gracias. «Judith me habló de muchas cosas, de muchos alimentos, y lo vamos a disfrutar”, dice.
Kholoud, su esposa, no está segura de qué se trata. Hayat tiene 9 años. Ella y sus hermanas no terminan de entender el significado de la Acción de gracias todavía, pero tienen mucho que agradecer este año en su nuevo hogar. La escuela y la zona de juegos y cosas por el estilo. Y la comida, dice la niña.
El menú de Thompson será un poco diferente a los años anteriores.
«Mi relleno tiene normalmente salchichas, que es de carne de cerdo, pero esta vez no utilizaré cerdo. Pero tiene todo tipo de otras cosas buenas.»
Y Kholoud traerá unos platos tradicionales sirios para compartir con sus anfitriones.
Para Thompson, esta es una oportunidad de agradecer a la vida. Su madre fue una refugiada judía que huyó de Alemania en la década de 1930.
Gracias a la bondad de desconocidos, sobrevivió al Holocausto en Inglaterra y, finalmente, se trasladó a Canadá.
Said Halla dice que Canadá es oficialmente su nuevo hogar. Con dos hermanos que aún viven en Damasco, está agradecido a todos los extranjeros que le ayudaron a él ya su familia a instalarse aquí.
Compartiendo Acción de Gracias en Nueva Escocia
Cerca de 1.000 personas entre anfitriones e invitados participaron del programa especial destinado a familias sirias y otros nuevos inmigrantes en Nueva Escocia que tuvieron su primera experiencia de una acción de gracias canadiense este fin de semana.
Se trata de un programa que va por su tercer año y que no deja de crecer.
Cientos de familias locales se prepararon para recibir a los recién llegados que se unieron a ellos en sus mesas y compartieron sus pavos.
Entre las personas invitadas se encontraba la familia Hamadi de Sydney. Ahmad Hamadi, su esposa y sus cinco hijos se trasladaron de Siria a Cabo Bretón en junio pasado.
Pavo y tradición
Hablando con la ayuda de un intérprete, Hamadi dijo que su familia comió ya pavo pero nunca con la salsa de arándano.
«Nunca hicimos una cena de pavo como una celebración, así que estamos curiosos de ver lo que esta celebración significa y aprender más sobre esto,» dijo.
El programa Compartiendo Acción de Gracias de Nueva Escocia se extiende a lo largo y ancho de la provincia.
Éste reúne a anfitriones locales con familias recién llegadas o estudiantes internacionales que desean experimentar una cena de Acción de Gracias.
Amigos y familiares
Ya en su tercer año, el programa cuenta con cerca de 1.000 personas que se inscribieron para ser anfitriones o invitados este fin de semana.
Angela Johnson, directora de alianzas estratégicas y relaciones con el programa Compartir Acción de Gracias, dice que el número de participantes se duplicó respecto al año pasado.
«Recientemente hubo una mayor afluencia de recién llegados,» dijo ella. «Los sirios que han venido a Nueva Escocia y los estudiantes internacionales. Hicimos mucha promoción en torno a las universidades a nivel local y hubo un gran número de estudiantes interesados en pasar Acción de Gracias con una familia de Nueva Escocia.»
Stephanie Feng, una estudiante china de la Universidad de Cape Breton, ya pasó una Acción de Gracias en Canadá durante una estancia anterior en familia, por lo que ya cuenta con una comida de Acción de Gracias en su haber.
«Ellos asan un pavo, pero no me gusta el pavo de esta manera», dijo Feng. Me encanta el barbacoa, algo como eso.»
Pero Feng dice que está ansiosa por participar nuevamente, como una manera de hacer nuevos amigos y sumergirse en la cultura canadiense.
Hamadi tiene una actitud similar.
«Mientras sea entre amigos y familiares, entonces va a ser un buen momento», dijo.
Nuevo país, nuevos amigos, nuevas tradiciones.
RCI con información de Holly Conners, CBC/Internet
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