El presidente en funciones de España, el conservador Mariano Rajoy, intentará de nuevo formar un gobierno tras recibir el mandato del rey Felipe VI, que el martes constató que cuenta con el respaldo del partido de derecha Ciudadanos y la histórica abstención del Partido Socialista.
El candidato del Partido Popular (PP) contará previsiblemente con el apoyo de 170 de los 350 diputados del Congreso en la segunda votación del debate de investidura del fin de semana, lo que unido a la abstención de los socialistas permitirá poner fin a diez meses de parálisis política.
«Me gustaría contar con una mayoría parlamentaria más amplia y más comprometida con un programa de gobierno que despejara desde el primer minuto todas las incertidumbres. Sé que no va a ser así», dijo Rajoy tras reunirse con el monarca.
Pese a permitir un segundo mandato de Rajoy tras dos elecciones no concluyentes en diciembre y junio, los socialistas afirman que no respaldarán el recorte de presupuesto de unos 5.400 millones de euros que Bruselas exige, decisión que podría poner en peligro la gobernabilidad.
«Trabajaré desde el primer día para que ese gobierno sea capaz de ser estable y duradero. Soy consciente de que eso sólo será posible con diálogo y con acuerdos», añadió el presidente en funciones.
El debate de investidura comenzará el miércoles con el discurso de Rajoy. Si la primera votación se produce el jueves, cuando se espera que el candidato no obtenga mayoría absoluta, la Cámara baja volvería a reunirse el sábado para la votación definitiva, en la que Rajoy sólo necesita mayoría simple.
La principal incertidumbre entonces será ver cómo vota el grupo parlamentario socialista, algunos de cuyos miembros han anunciado que romperán filas y votarán contra Rajoy, lo que podría acarrearles sanciones.
En protesta por la designación como presidente de un político al que identifican con recortes sociales y corrupción, varios movimientos rodearán el Congreso en una manifestación con la que simpatizan los partidos Izquierda Unida y Podemos.
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