El gobierno venezolano y la oposición se pusieron de acuerdo este domingo sobre un calendario de discusiones, pero la oposición piensa mantener la presión para lograr la renuncia del presidente Nicolás Maduro.
Este acuerdo, en plena crisis política agravada por el marasmo económico, se logró en una “reunión plenaria de diálogo nacional” auspiciada por El Vaticano y UNASUR. Esta es la primera reunión después de la victoria de la oposición en las elecciones legislativas a finales de 2015, que pusieron fin a 17 años de hegemonía de gobierno chavista en el Parlamento.
Según un comunicado al final de la reunión presentado después de la reunión por el enviado del Vaticano, Claudio María Celli, el acuerdo prevé la creación “inmediata” de cuatro grupos de trabajo.
Los grupos de trabajo deberán abordar los temas: “Paz, respeto del estado de derecho y soberanía”, “Verdad, justicia, derechos humanos, indemnización de víctimas y reconciliación”, “Temas económicos y sociales” y “Establecimiento de la confianza y calendario electoral”.
La reunión que se debía realizar inicialmente en Isla Margarita, se llevó a cabo finalmente en un museo de Caracas y desde su apertura, el presidente Nicolás Maduro dijo que “tendía la mano” a la Mesa de la Unidad Democrática, MUD, que reunía a la oposición. E inmediatamente el presidente Maduro le dio un apretón de manos Jesús “Chúo” Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD presente en la reunión.
Torrealba declaró no obstante que la MUD no renuncia a su lucha contra el presidente y repitió que seguiría presionando al gobierno en la calle y el Parlamento. Y agregó que en la situación actual del país, “con un revocatorio suspendido, presos políticos y un asalto a la Asamblea Nacional, es necesaria la vía del debate, con el fin de evitar el conflicto”.
El secretario ejecutivo de la MUD, dijo también que no tenía sentido que la coalición opositora insistiera con tanto énfasis que El Vaticano participara en el diálogo y luego rechazara acudir a los encuentros. Las partes convinieron en reunirse nuevamente el 11 de noviembre próximo en Caracas.
El Vaticano y los países vecinos esperan poder calmar el clima de gran crispación que existe en Venezuela, mientras el presidente Maduro amenazó con detener a los dirigentes de la oposición si el proceso de destitución contra él continúa en el Parlamento tal como previsto esta semana.
RCI/AFP/elnacional.com
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