Al mismo tiempo que la provincia de Quebec anunció una investigación sobre la libertad de prensa y la vigilancia de los periodistas por parte de la policía, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, sostuvo que el espionaje a los trabajadores de prensa no ha ocurrido en la esfera federal.
Esta semana se conocieron diversos casos de escuchas telefónicas por parte de la policía de Montreal y de la Seguridad de Quebec, el cuerpo policial provincial, sobre al menos 10 periodistas, entre los que se encuentran Alain Gravel, Marie-Maude Denis e Isabelle Richer, todos ellos pertenecientes al servicio en francés de CBC/Radio-Canada.
Un panel de expertos anunciado esta semana tendrá ahora todo el poder que se le otorga habitualmente a una comisión investigadora, incluyendo la potestad de llamar a testigos a declarar, según anunció la ministra federal de Justicia, Stephanie Vallee.

El nombre de los integrantes del cuerpo, su mandato y la forma en la que utilizarán sus poderes serán anunciados en las próximas semanas.
Mientras tanto, la cuestión tuvo sus repercusiones en Ottawa, donde el primer ministro Trudeau sostuvo que no ha habido escucha telefónica a periodistas por parte de su gobierno.
“Nada de eso está pasando a nivel federal”, dijo el mandatario.
Esta semana se supo que varios periodistas habían sido escuchados por la policía, con autorización judicial, en un presunto intento por detectar una fuga de información desde el cuerpo. De todos modos, aún no está claro si las escuchas estaban dirigidas a la identificación de las fuetes informativas usadas por los periodistas, como se dijo desde un primer momento, o si eran los propios reporteros y su trabajo el objeto de la vigilancia.
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