La gran razón por la cual no se brinda atención a esos bosques es porque son considerados la primera frontera de desarrollo agropecuario en los trópicos.
Arturo Sánchez, profesor de Ciencias de la Tierra en la Universidad de Alberta, participó en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP22, en Marruecos, con un gran objetivo: convencer a los líderes mundiales de prestar atención al destino de los bosques tropicales secos, un problema ignorado en gran medida en el mundo.
EscucheSe trata de bosques que crecen en áreas que no reciben lluvia durante buena parte del año, en promedio, 6 meses. El resto del tiempo las precipitaciones son abundantes, y el bosque es increíblemente húmedo.
“Viven especies como dantas, jaguares, pumas, que se mueven dependiendo de la disponibilidad del agua. La dominancia de plantas es un poco diferente a las que se encuentran en un bosque húmedo, porque esas plantas están genéticamente condicionadas a dormir en momento en que la humedad del suelo cambia. Entonces las especies tienen como un reloj biológico que les dice: bueno, ya no siento más la lluvia, se está poniendo caliente, está seco. No tengo más humedad en el suelo, es tiempo de irme a dormir y boto todas las hojas”.
Sin embargo, cuando se mencionan los bosques húmedos automáticamente se piensa sólo en el Amazonas.
Pero según el profesor Sánchez, los ecosistemas más amenazados son los bosques secos, esas regiones que alternan entre períodos húmedos y secos.
“La gran razón por la cual no se brinda atención a esos bosques es porque son considerados la primera frontera de desarrollo agropecuario en los trópicos. Esos bosques tienen suelos altamente fértiles. Y por sus características climáticas son muy buenos para el desarrollo humano…Entonces el argumento que tenemos es que los bosques secos tropicales no han tenido la misma atención que los bosques lluviosos, porque aquellos son muy atractivos para el desarrollo. Siempre he dicho que no son la última frontera sino la primera frontera del desarrollo humano. ”
Privilegiar el desarrollo humano por sobre el ecosistema, va en detrimento de la biodiversidad. ¿Esa deforestación para el desarrollo, es inherente al sistema capitalista?
“No. El concepto de deforestación y cambio del uso de la tierra es totalmente independiente de la ideología. Independientemente de que sea el capitalismo o cualquier otra ideología, siempre va a haber el deseo de una dominancia humana sobre el ecosistema”.
El problema de la deforestación
Las fértiles tierras de los bosques secos hacen que sea un lugar especial para la agricultura y el desarrollo económico. La mayoría de las 19 capitales de América del Sur se encuentran sin embargo en este ecosistema. Pero estos beneficios conducen a la deforestación masiva. Los bosques tropicales secos representan sólo el 40% de su extensión original, señala Arturo Sánchez.
A esto se suman los cambios climáticos que aceleran la frecuencia de los períodos de aridez. Según Arturo Sánchez, América del Sur sufre una de las peores sequías de su historia, lo que produce cambios ecológicos y sociales.
¿Qué acogida tuvo su presentación en la COP22 en Marruecos?
“Tuvo bastante acogida. Se hizo la concientización de que los trópicos no son solamente el Amazonas. Y que existen otros ecosistemas que requieren de mayor atención. No solamente en términos de conservación, hay muy poca área en América Central, solamente el 1% de los bosques tropicales secos está protegido, pero también de conocimiento científico. La relación entre los artículos científicos escritos entre 1945 y 2005 es de 300 a 1. Eso significa que por cada 300 artículos científicos publicados sobre los bosques lluviosos, solamente 1 se publica sobre el bosque seco.”
Arturo Sánchez, profesor de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Alberta, destaca otros aspectos sobre la importancia de conocer más los bosques secos tropicales. También se refiere a la red de científicos de las Américas que trabajan compartiendo información sobre el tema, entre otros.
Esto y más en la conversación con Leonora Chapman.
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