Los liberales nunca invirtieron capital político en el acuerdo comercial, entonces Canadá luce menos como un socio rechazado
Los partidarios del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés) dijeron esta semana que el pacto tiene muy pocas posibilidades de funcionar después de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que Estados Unidos no participará en él
Los Estados Unidos y Japón fueron los líderes indiscutidos durante las negociaciones del TPP.
Las dos mayores economías entre los 12 países del acuerdo comercial de la cuenca del Pacífico tenían el poder económico para conseguir lo que querían de los países más pequeños en el acuerdo, Canadá incluido.
Ahora el presidente electo Donald Trump detuvo el ímpetu de ambos países con su anuncio del lunes que EEUU se retirará del TPP en su primer día en el cargo.

El TPP no tendrá efecto si EE.UU. o Japón no lo ratifican. Lo que hagan los demás socios no cambia nada.Aunque la ministra del Comercio Internacional Chrystia Freeland añadió el nombre de Canadá a la ceremonia de la firma del TPP en Auckland, Nueva Zelanda, el invierno pasado, el primer ministro Justin Trudeau nunca ha dado de lleno su apoyo, incluso cuando podría haberle sido políticamente útil apoyar lo que sería el legado de Barack Obama.
«El TPP se negoció en el medio de nuestra campaña electoral, y nos hemos comprometimos con los canadienses en hablar de ello,» dijo Freeland el pasado fin de semana, señalando todas las consultas que el Gobierno celebró sin comprometerse con la ratificación.
Esas conversaciones explican por qué los canadienses son capaces de apoyar los acuerdos comerciales, y señaló que otros países de la Cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en el Perú felicitaron a Canadá por firmar su acuerdo comercial con Europa haciendo frente a serios desafíos.
Debido a que los liberales nunca invirtieron su propio capital político en el TPP, parecen un socio menos rechazado, analiza Janyce McGregor, de CBC.
Los líderes japoneses que se reunieron con Trump la semana pasada seguramente no sienten lo mismo, dice ella. Un voto de ratificación en Japón había parecido inminente, reforzando la débil esperanza de Obama de lograr que el Congreso ratificara el TPP durante su última sesión
Eso ya no importa ahora.

¿El futuro? ¿Qué sigue con Japón?
Tres de los cinco principales socios comerciales de Canadá habrían estado dentro del TPP, si el acuerdo hubiera prosperado.
Pero mientras Estados Unidos y México ya tienen una relación comercial privilegiada con Canadá bajo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), dejando a un lado cualquier renegociación que pueda tener lugar, la desaparición del TPP significa que Canadá pierde su peso ante la tercera economía mundial: Japón.
Canadá no tiene un acuerdo comercial bilateral con ese país.
Los productos agropecuarios orientados a la exportación, incluidos los granos y las semillas oleaginosas, como la canola, podían obtener grandes beneficios de miles de millones de dólares, si los aranceles japoneses bajaran.
Los productores de ganado, siempre dispuestos a impulsar el comercio con Asia, mientras el apetito de su clase media por la carne sigue aumentando, también obtuvieron una importante victoria, aunque el período de eliminación de las tarifas de carne vacuna del TPP por ejemplo, era muy gradual, tomando en cuenta los acuerdos comerciales estándares.

Ventaja de Australia
Mientras tanto, competidores como Australia ya tienen acceso libre de aranceles a Japón.
El TPP fue una negociación comercial multi-país. No puede aplicarse sólo a Canadá y Japón.
«Si el gobierno de Trump realmente le da la espalda al TPP, entonces Canadá tiene la oportunidad de liderar a países con ideas afines en un nuevo enfoque», escribió Claire Citeau, vocera de la Alianza Canadiense para el Comercio Agroalimentario. «¿Por qué no aprovechar el fruto de siete años de negociaciones y hacer que funcione para los otros 11 países?»
Otros productos agrícolas pueden respirar más fácilmente. El sector agropecuario canadiense gestionado por la oferta de alimentos, incluidas las aves de corral, los huevos y los productos lácteos, cedió una importante participación en el mercado nacional en las negociaciones finales.
Ahora esas importaciones anticipadas no serán una amenaza.
Baluarte contra China
Aparte de Japón, las oportunidades perdidas de Canadá pueden ser pequeñas.
Un estudio de impacto económico hecho público este otoño por Global Affairs Canada encontró que Canadá estaba mejor dentro del TPP que fuera.
Pero el beneficio económico proyectado era pequeño en relación con el alcance del acuerdo, agregando unos 4,3 mil millones de dólares anualmente al producto interno bruto de Canadá, o apenas un 0.1 por ciento.
Canadá tuvo que unir fuerzas con México para rechazar los cambios automotrices que podrían haber amenazado la privilegiada relación comercial que disfruta con Estados Unidos bajo el TLCAN.
Por otro lado, el TPP podría haber traído nuevas inversiones extranjeras en partes del suroeste de la provincia de Ontario desesperada por estimular la fabricación, sobre todo si Japón vio oportunidades en la cadena de suministro para bloquear a otros competidores de partes de automóviles, como China.

China sigue siendo el elefante en la habitación.
Los 12 países del PPT representan el 40% del PIB mundial. China e India no estuvieron involucradas, pero podrían haber participado más tarde.
Para ello, tendrían que cumplir con las nuevas reglas. Más allá de las reducciones arancelarias, el acuerdo tenía estándares para temas como la propiedad intelectual y la protección ambiental y laboral.
¿Quién tiene el poder?
Estratégicamente, el TPP buscó quitarle poder a China.
«¿Recuerda cuando Obama dijo que quería que Estados Unidos estableciera las reglas en esta región antes de que China quisiera hacer lo mismo? Bueno, eso es realmente lo que va a suceder», dijo Laura Dawson del Centro Wilson a la periodista Rosemary Barton en Power & Politics de CBC News Network.
La preferencia operacional de Trump parece ser bilateral. «Él quiere hacer eso uno-a-uno, mano a mano.»
Pero Japón prefiere las negociaciones regionales o multilaterales, dijo Dawson.
Nuevas oportunidades
Los oponentes al TPP no llorarán sobre su tumba.
«La desaparición de TPP es una oportunidad», dijo Jim Balsillie. El empresario de nuevas tecnologías, hizo campaña activamente en contra del TPP en tanto que presidente del Consejo de Innovadores Canadienses.
«Necesitamos aumentar el margen de IP en nuestras exportaciones porque la propiedad intelectual es el activo más valioso del comercio mundial del siglo XXI», dijo.
El TPP era desastroso, dice Balsillie
La ministra del comercio Freeland intentó dar un giro positivo el fin de semana pasado, en reuniones bilaterales con México, Japón, Nueva Zelanda y Australia.

«Estamos emergiendo hoy como uno de los campeones», dijo a los periodistas. «Nuestra voz es cada vez más reconocida… Los canadienses deben sentir orgullo y consuelo de eso».
Freeland se reunió con bloques de otros países como la Alianza del Pacífico (América Latina), Mercosur (Sudamérica) y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). Todos quieren comerciar más con Canadá, dijo.
El impulso comercial bilateral con China (y Hong Kong) continúa.
Pero Canadá ha perdido con Japón. No está claro cuándo habrá otra oportunidad.
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