La marihuana plantea riesgos para el desarrollo del cerebro, por eso el gobierno necesita proteger a los adolescentes cuando la legalice.
Pediatras canadienses advierten que el plan federal para legalizar la marihuana para los adultos les dará a los adolescentes una falsa sensación de seguridad.
La Sociedad Pediátrica dice que muchos adolescentes ya están usando una dosis muy fuerte, algunos de ellos todos los días.
Y a menos que se establezcan toda una serie de medidas de seguridad, los médicos dicen que los jóvenes se enfrentan a algunos riesgos de salud mental muy graves.
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La venta de marihuana recreativa necesita ser restringida para proteger a los niños y desalentar el uso de los adolescentes, urge la Sociedad Pediátrica Canadiense mientras el gobierno federal se prepara para seguir adelante con los planes para legalizar la industria.
La Sociedad médica dijo que el objetivo de sus recomendaciones es minimizar el daño para los más vulnerables.
«Una cuestión muy importante, debido a las tasas de consumo de cannabis en nuestros adolescentes, es que los padres tengan conversaciones con sus hijos mayores y adolescentes sobre los riesgos de la marihuana en el cerebro en desarrollo», dijo la doctora Christina Grant, autora y miembro del comité de salud de adolescentes de la sociedad.
La sociedad destaca un informe de 2010 de la Organización Mundial de la Salud que sugiere que alrededor del 30 por ciento de los jóvenes canadienses han probado cannabis por lo menos una vez a los 15 años de edad – la más alta tasa entre 43 países y regiones de Europa y Norteamérica.
En su práctica de psiquiatría pediátrica en el Centro Hincks-Dellcrest en Toronto, el Dr. Marshall Korenblum ha visto cómo fumar marihuana puede dañar a los adolescentes, que podrían desarrollar problemas con la memoria a corto plazo, la coordinación y la motivación.
Otros estudios, entre ellos, uno de la Universidad de Montreal, abundan en el mismo sentido.

Korenblum, quien no está no involucrado en la declaración, dijo que el cerebro adolescente se compara con una casa en construcción.
«La fundación y las paredes están allí, las han tenido desde la infancia, pero el techo aún no está construido Si llueve la cantidad de daños causados a la casa es mucho más importante que si llueve y el techo está terminado. La marihuana es la lluvia”.
La sociedad, al igual que el Colegio de Médicos de Familia de Canadá, dijo que prohibir el consumo de cannabis hasta un poco más de los 20 años protegería a los adolescentes durante ese período crítico de desarrollo cerebral.
Dada la cantidad de adolescentes y adultos jóvenes que están experimentando con la marihuana, el CMFC recomienda establecer un punto medio y prohibir la venta de cannabis a los 18 o 19 años, dependiendo de la provincia o territorio, para alinearse con la mayoría de edad al igual que las ventas de alcohol y tabaco.
Mayor potencia
La sociedad también recomienda que el gobierno considere la posibilidad de limitar la concentración de THC, el principal componente psicoactivo en la marihuana, que los 18 – a 25 años de edad pueden comprar legalmente.
Alrededor de uno de cada seis adolescentes que usan regularmente marihuana puede desarrollar un trastorno por uso de cannabis que puede interferir significativamente con su funcionamiento cotidiano, dijo Christina Grant. Esto puede incluir cosas como ir a la escuela, tener desafíos con la familia y una pérdida de interés en las actividades que antes disfrutaban.
El Centro de Adicción y Salud Mental (CAMH) de Toronto también recomienda hacer coincidir la edad mínima para comprar marihuana recreativa con la del alcohol.
Pero el doctor Bernard Le Foll, un médico de adicciones de CAMH, no está de acuerdo con restringir la potencia del THC vendido a los jóvenes.
«Si usted prohíbe un producto completamente, puede tener algunas consecuencias negativas, como que la gente va a comprar el producto en el mercado ilícito, y entonces tal vez se expongan a productos más peligrosos», dijo Le Foll. “Puede ser contraproducente”.
Lo que podría ser más exitoso es cambiar el precio para dar a la gente un incentivo a optar por cepas con THC más bajo, sugirió Le Foll.
El problema de los comestibles con marihuana
La Sociedad Pediátrica Canadiense también está pidiendo una campaña de educación pública -que incluya mensajes de jóvenes- para reforzar que el cannabis no es seguro para niños y jóvenes y para proporcionar información actualizada.

En Washington y Colorado, dos estados de Estados Unidos donde se ha legalizado la marihuana, Grant señaló que la ingestión accidental de productos comestibles de cannabis por parte de los niños es un problema.
Las investigaciones sugieren que ha habido un aumento de un 30 por ciento en el número de niños pequeños que son traídos a los departamentos de emergencia después de ingerir accidentalmente comestibles preparados con marihuana, lo que puede afectar su respiración.
En su declaración de posición, la Sociedad Pediátrica Canadiense también exhorta a los gobiernos federal y provincial / territorial a:
*Promulgar y hacer cumplir rigurosamente los reglamentos sobre la industria del cannabis para limitar la disponibilidad y comercialización del cannabis a los menores.
*Prohibir el consumo de cannabis en lugares públicos o fumar en automóviles donde un niño está presente.
*Invertir en el desarrollo e implementación de programas rutinarios para la detección de cannabinoides en las carretera.
*Aumentar la financiación para la investigación, la prevención y el tratamiento del consumo de sustancias.
*Aumentar los fondos para la promoción de la salud mental y para el tratamiento de enfermedades mentales en este grupo de edad.
*Consultar con las comunidades indígenas sobre la adaptación de la legislación, las medidas preventivas y las intervenciones para satisfacer las condiciones locales y los requisitos culturales.
En el cannabis se encuentran presentes distintos principios activos, de los cuales el principal es el D9-Tetrahidrocannabinol (THC) Lo que se sabe actualmente es que el cannabis de los años 70 era muy diferente al que se consume ahora. En esos años el THC tenía un porcentaje de menos de 5 % mientras que en la actualidad sobrepasa los 15 a 20%.
El consumo continuado de cannabis lleva a un aumento de la tolerancia al THC. Por tanto, cada vez se necesitará más dosis para conseguir los efectos que antes se conseguían con menor cantidad. Al aumentar la dosis, por tanto, aumentan también los riesgos.
RCI/ Vik Adhopia, Amina Zafar CBC/Colegio de Médicos de Canadá/Sociedad de Pediatría de Canadá
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