Wilbur Ross, un hombre de negocios que criticó públicamente el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCN), será responsable del Departamento de Comercio de los Estados Unidos.
Wilbur Ross es un inversor multimillonario que condenó la tasa de impuesto sobre las ventas como una tarifa desviada sobre los productos de Estados Unidos.
El inversor en empresas manufactureras ha contribuido a la elaboración de la agenda comercial de Donald Trump, que acusa a los socios comerciales de los Estados Unidos de utilizar el impuesto sobre el valor añadido como un arma económica que obliga a las empresas de Estados Unidos a reubicar sus actividades en el extranjero.
Ross, de 79 años, co-escribió un documento sobre las políticas económicas propuestas para renegociar el TLC e incluyó un llamado a luchar contra el uso de impuestos al consumo en el extranjero que reduciría la competitividad de los bienes producidos en Estados Unidos. Trump se ha hecho eco de estas posiciones en los discursos de campaña.
El documento sostiene que los países ofrecen un reembolso del impuesto sobre las ventas de sus propios productos exportados en el extranjero, aunque gravando al mismo tiempo los productos procedentes de los Estados Unidos, donde no hay impuestos sobre el valor añadido.
El impacto neto es una invitación a las empresas estadounidenses a trasladar sus actividades, dijo Ross.
Éste escribió en un documento de 31 páginas, en coautoría con el profesor en negocios de la Universidad de California Pedro Navarro, que México «, así como varios países,» explotaron deliberadamente «la tarifa desviada” del impuesto sobre el valor añadido para aumentar su ventaja competitiva.
No está claro cómo Canadá se ubica ante estas recriminaciones contra el TLCN. Durante la campaña presidencial, Trump casi nunca se refirió a Canadá. Ross hizo lo mismo, mencionando México diez veces en el artículo publicado en septiembre-Canadá una sola vez- como uno de los principales países que contribuyeron al déficit comercial de Estados Unidos.
Un reconocido experto en cuestiones de política tributaria dijo que Canadá debería «probablemente preocuparse» de las discusiones comerciales con su vecino del sur.
«Si Canadá ama su impuesto, o grava los bienes y servicios (GST-TPS) como él la llama, está bien. Eso no le importa en absoluto al Sr. Trump «, declaró Gary Hufbauer , ex funcionario federal de Estados Unidos y ahora miembro del Instituto Peterson de Economía Internacional.
Sin embargo, agregó que cuando se aplica a las importaciones, el presidente designado la considera como «un arancel recaudado en la frontera».
Hufbauer dijo que cree que Washington podría presionar para la eliminación de los reembolsos de impuestos sobre los productos enviados a los Estados Unidos, o, poner en práctica sus propios desembolsos, según lo sugerido por el líder republicano en el Congreso, Paul Ryan.
Trump no ha nombrado todavía al próximo representante de comercio de Estados Unidos, otro de los pilares del gobierno que sería responsable de llevar a cabo su promesa de renegociar o cancelar el TLCN.
Sin embargo, algunos observadores estimaron que había demostrado su firmeza en el comercio al nombrar a un multimillonario bien conocido por comprar empresas manufactureras estadounidenses en crisis con el fin de salvarlas, de acuerdo con sus admiradores, o de racionalizarlas de manera brutal, según los críticos.
La Presse canadienne
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