El ex gobernador venezolano Manuel Rosales y otros opositores fueron puestos en libertad por las autoridades el sábado, en medio de acusaciones de la oposición que señalan que el Gobierno no ha cumplido con los compromisos acordados en una mesa de diálogo.
Partidos de oposición y grupos de derechos humanos sostienen que en Venezuela hay decenas de presos o exiliados por juicios que denominan «políticos». Sin embargo, el Gobierno asegura que en el país sólo hay «políticos presos».
Rosales, dos veces gobernador del petrolero estado Zulia y alcalde de su capital Maracaibo durante el gobierno del fallecido Hugo Chávez, fue acusado de enriquecimiento ilícito y cumplía arresto domiciliario.
«Le informo al pueblo de Venezuela, que he sido puesto en libertad junto a otros presos políticos», dijo Rosales en su cuenta de la red social Twitter.
Rosales regresó a Venezuela a mediados de octubre del año pasado y fue apresado apenas bajó del avión, hasta que hace dos meses le fue otorgado el beneficio del arresto domiciliario.
Además del ex gobernador fueron liberados otros cinco opositores tras una ola de protestas contra el Gobierno en 2014, según informó la organización no gubernamental Foro Penal, y el periodista Leocenis García.
El Gobierno y la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) han estado negociando desde octubre en una mesa de diálogo auspiciada por el Vaticano y con la presencia de observadores para encontrar una salida a la crisis económica y política que atraviesa el país.
«Toda liberación de presos políticos es un paso positivo, un paso en la dirección correcta, un paso en el camino de desmantelar la venganza y reconstruir la convivencia», dijo la MUD en un comunicado.
La oposición quiere la liberación de un centenar de «presos políticos», una salida electoral para poner fin al mandato de Maduro y un canal humanitario que alivie la fuerte escasez de alimentos y medicinas.
Rosales, de 64 años, declaró que las acusaciones en su contra fueron una venganza de Chávez. El político, que fue derrotado por el fallecido líder en las elecciones presidenciales del 2006, se encuentra inhabilitado para ejercer cargos públicos hasta el 2022.
El partido del ex gobernador, Un Nuevo Tiempo, dijo en un comunicado que el líder regresará a Zulia en los próximos días y que seguirá «luchando por la superación de la terrible crisis que sufre el país».
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