México buscará entablar con el nuevo gobierno de Estados Unidos, encabezado por el ricacho Donald Trump, relaciones de negociación y no de confrontación. Así lo dijo este lunes el canciller mexicano, Luis Videgaray, afirmando también que los millones de mexicanos residentes en el país vecino no son criminales.
«México actuará como lo ha hecho a lo largo de su historia diplomática, con dignidad e inteligencia, abriendo sus puertas al diálogo y a la negociación para defender los intereses de México y los mexicanos», dijo el secretario de Relaciones Exteriores mexicano en una reunión con diplomáticos.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, nombró la semana pasada a Videgaray, quien fue secretario de Hacienda, como nuevo jefe de la diplomacia de su país y le encomendó entre sus misiones un acercamiento al gobierno de Donald Trump, quien entrará en funciones el 20 de enero.
Trump prometió en su campaña revisar o cancelar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) vigente entre Estados Unidos, México y Canadá desde 1994, ordenar deportaciones masivas de personas sin documentos, entre ellos millones de mexicanos, y frenar las valiosas remesas que ellos envían a sus familiares en el país.
«Durante muchas décadas millones de mexicanos migraron a los Estados Unidos en búsqueda de una vida pacífica, próspera para sus familias, una vida que nosotros como país por diversas razones no pudimos o supimos darles (pero) es cierto que este flujo migratorio ha disminuido notablemente», dijo Videgaray.
«Pero quiero dejar claro, y debemos dejarlo claro en todo nuestro diálogo (…) esos millones de mexicanos que han migrado para buscar trabajo no son delincuentes, sino que son gente productiva, que representa en la mayoría de los casos lo mejor de México», agregó.
El peso mexicano tiene acumulado un descenso de casi 14 por ciento de su valor desde las elecciones presidenciales del 8 de noviembre en Estados Unidos.
Trump ha criticado a las empresas estadounidenses que fabrican sus productos en México para enviarlos después a Estados Unidos, como es el caso de la industria automotriz.
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