El secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray, afirmó este martes que su país no pagará por el muro fronterizo que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, prometió construir para frenar la llamada migración ilegal.
El ricacho Trump, quien asumirá el 20 de enero, declaró el pasado viernes que construirá una gran muralla en la frontera sur de su país que sería financiada inicialmente por el Congreso estadounidense y que México reembolsaría los gastos más adelante.
«No hay manera de que eso ocurra (…) es un tema de dignidad y soberanía nacional», declaró el jefe de la diplomacia mexicana a la cadena Televisa, reiterando la posición que el Gobierno del presidente Enrique Peña ha mantenido desde que el polémico candidato republicano anunció sus planes durante su campaña electoral.
Trump también prometió revisar o incluso cancelar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) vigente desde 1994 con México y Canadá, ordenar deportaciones masivas de personas indocumentadas, entre ellos millones de mexicanos, y poner un freno a las valiosas remesas que envían a sus familiares en el país.
Videgaray, quien renunció en septiembre al cargo de secretario de Hacienda, fue nombrado canciller este mes, señalando que buscará entablar con el nuevo Gobierno de Estados Unidos una relación de negociación y no de confrontación.
«Somos un socio comercial extraordinario para Estados Unidos, y ambos países debemos entender nuestra fortaleza», dijo.
Videgaray destacó que la controvertida visita de Trump a México a fines de agosto cuando era candidato presidencial, la cual él ideó, sentó un precedente positivo en la relación bilateral.
«Gracias a ese primer encuentro (…) tenemos bases para una mejor relación», dijo.
Trump ha criticado a las empresas estadounidenses que fabrican sus productos en México para enviarlos después a Estados Unidos, como es el caso de varios fabricantes de automóviles y ha amenazado con castigarles con un impuesto fronterizo.
Tras sus críticas, la transnacional estadounidense Ford Motor canceló la construcción de una planta de 1.600 millones de dólares en el centro de México y la Fiat Chrysler indicó que podría suspender su producción en el país si los posibles aranceles con que Trump amenaza resultan demasiado elevados.
«Lo que tenemos que hacer es negociar como una nación soberana, sin miedo, sabedores de que México tiene enormes fortalezas que son importantes para Estados Unidos, en lo comercial más de seis millones de empleos en Estados Unidos dependen directamente de las exportaciones a México», agregó Luis Videgaray.
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