Las autoridades brasileñas no lograron aún retomar el control de la prisión en la que perdieron la vida 26 reclusos, tras un enfrentamiento entre bandas opuestas en el interior del establecimiento.
Las fuerzas de seguridad apostadas en el perímetro de la cárcel esperan poder concretar en las próximas horas el traslado de algunos detenidos, para así separar a los bandos enfrentados.
En las últimas horas, ambas partes continuaron desafiándose en una prisión cerca de Natal, en el noreste del país.

Los reos de ambas facciones, que se encuentran separadas por un pasillo de sólo 50 metros de largo, encendieron grandes fogatas en el interior del edificio y lanzaron gritos de guerra, pero el nuevo choque no llegó a concretarse.
En Natal, un grupo perteneciente a la facción local del “Sindicato del Crimen RN”, aliado al “Comando Vermelho”, cuyo bastión se halla en Río de Janeiro, intentó atacar la prisión en la que se encuentran confinados miembros del “Primer Comando de la Capital”, de San Pablo.
Todos ellos se disputan el control del mercado de la droga en Brasil, que ya dejó más de 130 muertos desde el inicio del año.

“Queremos que los del PCC se vayan a otro estado. No nos detendremos hasta que no los saquen de aquí”, explicó uno de los detenidos amotinados, en diálogo telefónico con la agencia AFP.
En la noche del sábado 14 de enero, las facciones rivales lograron salir de los pabellones separados en las que se encuentran confinadas, y se trenzaron en una verdadera batalla, con un saldo de 26 muertos, en su mayoría degollados.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.