El Ejército de Liberación Nacional, el segundo grupo rebelde más grande de Colombia, aceptó liberar a un prominente político al que mantiene cautivo desde hace aproximadamente un año.
El anuncio, al que se llegó tras meses de negociaciones entre la organización armada y el gobierno, despeja el camino para el inicio de conversaciones de paz entre ambas partes, tras numerosas postergaciones.

El gobierno y la guerrilla han estado explorando durante 3 años la posibilidad de lanzar un diálogo que lleve a un acuerdo de paz. Cerca de un año atrás fue anunciado el inicio formal de las tratativas, que luego fueron suspendidas antes de debutar, debido a la demanda del presidente Juan Manuel Santos de que los rebeldes renunciaran a los secuestros y liberasen al político cautivo por 10 meses.
Santos destacó el avance desde Suiza, donde participa del Foro Económico Mundial en Davos, diciendo que “son muy, muy buenas noticias para el país”.
La organización armada, conocida por sus siglas ELN, cuenta con un estimado de 1.500 combatientes y financia buena parte de su accionar mediante el secuestro extorsivo. El ELN integra la lista estadounidense de organizaciones terroristas extranjeras.

El año último, muchos pensaron que el grupo había decidido abandonar la actividad delictiva, cuando liberó a un importante político al que había mantenido secuestrado durante dos años. Sin embargo, se trató en realidad de un intercambio del hombre por su hermano mayor, el ex parlamentario Odín Sánchez.
A fines de 2016, el gobierno colombiano llegó a un acuerdo de paz con el grupo armado más importante del país, las FARC.
Las perspectivas de que se pueda avanzar en la misma dirección con el ELN aparecen ahora más claras.
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