Los incendios forestales que afectan a Chile destruyeron hasta el momento cerca de 100 mil hectáreas, al tiempo que la virulencia de las llamas obligaron a las autoridades a pedir la ayuda internacional.
El siniestro es considerado como el peor en su tipo en la historia de la nación sudamericana.
El ministro de agricultura de Chile, Carlos Furche, dijo que Perú, México y España están enviando ayuda para combatir el fuego, que es alimentado por una prolongada sequía y temperaturas que rondan los 40 grados Celsius.

La zona más afectada es la región de O’Higgins, en el centro del país, donde las llamas destruyeron viviendas y pasturas, además de provocar la muerte de gran cantidad de ganado, con productores obligados a liberar a sus animales, ante el avance incontenible del fuego.
El gobierno chileno declaró el estado de emergencia en la zona.

La densa cortina de humo provocada por el incendio se desplazó empujada por el viento, afectando a numerosas ciudades, incluida Santiago, la capital del país.
El sábado 21 de enero, la Corporación Nacional Forestal de Chile contabilizó 129 focos de incendio de bosques a través del país, aunque dicha cantidad fue rebajada a 108 el domingo.

El siniestro comenzó hace aproximadamente una semana, y si bien los daños materiales son extensos, hasta el momento no hay que lamentar víctimas humanas.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, confirmó que su par de Francia, Francois Hollande, que se encuentra de visita en el país sudamericano, ofreció cooperación para hacer frente a la emergencia.
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